La rafle du Vél’d’Hiv – 16 et 17 juillet 1942

Jardin du souvenir à l’emplacement du Vél’d’Hiv.

La rafle du Vélodrome d’Hiver, souvent appelée « rafle du Vél’d’Hiv» est la plus grande arrestation massive de Juifs réalisée en France pendant la Seconde Guerre mondiale. Entre les 16 et 17 juillet 1942, 13.152 personnes dont 4 115 enfants, ont été arrêtées à Paris et en banlieue pour être déportées. Moins de cent adultes et aucun enfant n’a survécu à la déportation vers Auschwitz.

Effectuées à la demande du Troisième Reich — qui, dans le cadre de sa politique d’extermination des populations juives d’Europe, organise, en juillet 1942, une rafle à grande échelle de Juifs dans plusieurs pays européens, l’«opération Vent printanier»—, ces arrestations ont été menées avec la collaboration de neuf mille policiers et gendarmes français, assistés de trois cents à quatre cents militants du Parti populaire français de Jacques Doriot, sur ordre du gouvernement de Vichy, après des négociations avec l’occupant menées par René Bousquet, secrétaire général de la Police nationale.

À la suite de négociations, initiées par Pierre Laval, les Juifs de nationalité française ont été exclus temporairement de cette rafle qui concerna essentiellement les Juifs, étrangers ou apatrides, réfugiés en France dont plus de quatre mille enfants le plus souvent français nés de parents étrangers.

M. Tulard, fonctionnaire chargé des «questions juives» à la Préfecture de Police, avait établi une liste de 28.000 juifs étrangers. René Bousquet, accompagné de Louis Darquier de Pellepoix, commissaire général aux questions juives, rencontre le 4 juillet 1942, au siège de la Gestapo à Paris, les colonel et capitaine SS Helmut Knochen et Theodor Dannecker, le premier dirigeant la police allemande en France. Un nouvel entretien, dans les bureaux de Dannecker avenue Foch, afin d’organiser la rafle prévue pour le 13 juillet 1942 se tient le 7 juillet en compagnie de Jean Leguay, l’adjoint de Bousquet, accompagné de François, directeur de la police générale, Émile Hennequin, directeur de la police municipale, André Tulard, chargé des “questions juives” à la préfecture, Garnier, sous-directeur du ravitaillement à la préfecture de la Seine, Guidot, commissaire de police à l’état-major de la police municipale et enfin Schweblin, directeur de la police aux questions juives. Le capitaine SS Dannecker déclare: «Les policiers français — malgré quelques scrupules de pure forme— n’auront qu’à exécuter les ordres!»

La circulaire du 13 juillet 1942 de la préfecture de police signée d’Émile Hennequin indique que la rafle vise les Juifs allemands, autrichiens, polonais, tchécoslovaques, russes (soviétiques et réfugiés, c’est-à-dire Blancs et Rouges) et apatrides, âgés de 16 à 60 ans pour les hommes et de 16 à 55 pour les femmes, ainsi que leurs enfants (qui étaient français pour une très grande majorité).

Vél’ d’Hiv, 16 – 17 juillet 1942.


Pour Éric Conan et Henry Rousso Vichy, un passé qui ne passe pas, Paris, Gallimard,« Folio histoire, 1996: «Le Vél’ d’Hiv’? L’événement est devenu depuis 1993 le symbole officiel du Vichy antisémite. Mais la grande rafle de juillet 1942, ainsi que toutes celles qui ont suivi, en zone nord comme en zone sud, furent moins la conséquence de l’antisémitisme d’État que celle de la collaboration d’État. Le rôle des Bousquet, Leguay et consorts s’explique non par un fanatisme antijuif, mais par la politique d’un régime prêt à payer le prix du sang, celui des autres, la défense d’une certaine conception de la «souveraineté nationale». Cette politique n’a pas de lien nécessaire avec les lois antijuives promulguées deux ans plus tôt par Vichy. C’était même ce que la mémoire nationale était supposée intégrer: la part d’autonomie à l’égard de l’occupant. Certes, ces lois ont favorisé ultérieurement l’application de la «Solution finale», un crime prémédité et organisé par les nazis. Statuts, fichiers, lois d’exclusion françaises ont facilité les arrestations massives de 1942-1943. Mais le sens de ces lois, promulguées entre juillet 1940 et l’été 1941, n’était pas celui de prémices d’une extermination, projet qui, à ce moment-là, n’est pas à l’ordre du jour, ni dans la politique de Vichy ni même dans celle du Reich. Ces lois françaises exprimaient un principe d’exclusion politique et sociale inscrit au cœur d’une certaine tradition française et qui reste aujourd’hui encore vivante.»

Miguel Hernández 1910 – 1942

Miguel Hernández.

El Diario.es, 19/06/2019

Por Miguel Hernández y todos sus compañeros

Si realmente España es un estado de derecho y la Constitución es el baluarte que garantiza nuestros derechos y libertades, la Universidad de Alicante deberá corregir con urgencia este acto inquisitorial

Me llamo Floren Dimas y desde 1995 vengo realizando un trabajo de investigación sobre la represión franquista en la Región de Murcia. Hasta el momento llevo revisados más de 7.000 sumarios del Ejército de Tierra, 650 de la Marina y 45 del Ejército del Aire.

En el extracto que he realizado de cada uno de ellos figura, aparte de los procesados, los denunciantes y los testigos, los componentes de toda la maquinaria represora franquista: los presidentes de los tribunales militares, vocales, ponentes, fiscales y supuestos defensores de los consejos de guerra; los jueces instructores, secretarios de causas, comisarios y agentes de policía, implicados en detenciones, registros e interrogatorios; jefes de Falange y delegados del Servicio de Información e Investigación de Falange, miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil, Auditoría militar de guerra, directores y responsables de prisiones y de campos de contración y de colonias penitenciarias; en fin, todo el universo opresivo que se cernió sobre los vencidos, quedan reflejados en un trabajo en el que he invertido veinticuatro años de mi vida y que espero que vea la luz dentro de poco.

En relación con la censura aplicada por la Universidad de Alicante, para ocultar al conocimiento público el nombre de una de las piezas clave del engranaje inquisitorial, que llevó al poeta Miguel Hernández a morir en una infecta mazmorra, como lo hicieron decenas de miles de españoles ante los pelotones de fusilamiento, no puedo por menos que expresar mi indignación más rotunda, ante esta medida que nuevamente pretende coartar la libertad de expresión, y poner en riesgo la propia razón de ser del trabajo de investigación histórica.

Si realmente España es un estado de derecho y la Constitución es el baluarte que garantiza nuestros derechos y libertades, la Universidad de Alicante deberá corregir con urgencia este acto inquisitorial. O tendremos que pensar que España es otra cosa.

(Floren Dimas Balsalobre. Oficial del Ejército del Aire (RTD), investigador histórico y delegado regional de la asociacion memorialista AGE, miembro de Anemoi, (Colectivo de militares demócratas españoles) y de ACMYR (Asociación Civil Mlicia y República), cofundador de la primera asociación memorialista registrada en España.)

Postal que Miguel Hernández realizó para su hijo con el poema Rueda que irás muy lejos.

Miguel Hernández 1910 – 1942

Miguel Hernández amortajado (Eusebio de Oca), 1942.

El País, 11/05/2014 Una sentencia que llegó al Supremo y al Constitucional

La condena a muerte del poeta Miguel Hernández fue injusta y su proceso estuvo plagado de irregularidades, según los familiares del escritor, que falleció en una cárcel de Alicante, en 1942 y la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante. La familia de Miguel Hernández inició en 2010 una cruzada para que un tribunal democrático anulara la sentencia por la que un consejo de guerra franquista condenó a muerte al poeta en 1940. Franco le conmutó la pena a 30 años para evitar que se convirtiera en otro Lorca, pero en 1942, como consecuencia de las duras condiciones de la prisión, falleció. Los descendientes del poeta acudieron al Supremo con el objetivo de que quedara claro que aquel 28 de marzo de 1942 murió un hombre “inocente”, en palabras de su nuera, Lucía Izquierdo.
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, un año más tarde, en febrero de 2011 denegó la revisión de la sentencia del consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández. El Tribunal rechazó la petición de la familia del poeta para interponer recurso extraordinario de Revisión, frente a la sentencia de fecha 18 de enero de 1940, dictada por el Consejo de guerra Permanente número 5 de Madrid contra Miguel Hernández, como autor de un delito de Adhesión a la Rebelión previsto en el artículo 238.2º del Código de Justicia Militar del año 1890.
La Sala denegó la interposición del recurso por inexistencia de los presupuestos del mismo, “según lo dispuesto en la ley de Memoria Histórica”, dado que dicha condena producida por motivos políticos e ideológicos ha sido reconocida por esta ley como radicalmente injusta, y declarada su ilegitimidad por vicios de fondo y forma, careciendo actualmente de vigencia jurídica.
Los familiares no se dieron por vencidos y acudieron al Tribunal Constitucional para plantear la nulidad de la condena a muerte del poeta en 1940. En un auto, del 26 de septiembre de 2012, el Alto Tribunal tampoco admitió a trámite el recurso de amparo presentado por la familia de Miguel Hernández en el que solicitaba la inconstitucionalidad de la resolución del Tribunal Supremo inadmitiendo la demanda de revisión de la sentencia que, en 1940 en un juicio sumarísimo y sin ningún tipo de garantías, condenó a muerte al inmortal poeta, según informó la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica.
El abogado de la familia, Carlos Candela, lamentó que el Tribunal “no examine a fondo el recurso” y se limite en unas pocas frases a “manifestar la inexistencia de violación de un derecho fundamental tutelable de amparo”, según dijo Candela.

El País, 18/06/2019
La Universidad de Alicante, tras la petición de un familiar, elimina de dos artículos digitales el nombre del alférez que participó en el consejo de guerra que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández

Miguel Hernández salió de la cárcel de Sevilla inesperadamente en septiembre de 1939 y volvió a Orihuela. Fue delatado y detenido en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid. Fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940 por un Consejo de Guerra presidido por el juez Manuel Martínez Margallo en el que actuó como secretario el alférez Antonio Luis Baena Tocón. José María de Cossío y otros intelectuales amigos, entre ellos Luis Almarcha Hernández, amigo de la juventud y vicario general de la diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por él y se le conmutó la pena de muerte por la de treinta años de cárcel. También entonces influyó mucho la gestión del propio Cossío, que acudió al secretario de la Junta Política de FET y de las JONS, Carlos Sentís, y a Rafael Sánchez Mazas, vicesecretario de la misma, pero que tenía relación con el general José Enrique Varela, Ministro del Ejército, que en carta le contestó a Sánchez Mazas a mitad de 1940: “Tengo el gusto de participarle que la pena capital que pesaba sobre Don Miguel Hernández Gilabert, por quien se interesa, ha sido conmutada por la inmediata inferior, esperando que este acto de generosidad del Caudillo, obligará al agraciado a seguir una conducta que sea rectificación del pasado”. Pasó luego a la prisión de Palencia, donde decía que no podía llorar, porque las lágrimas se congelaban por el frío; en septiembre de 1940 y en noviembre, al penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema. Fue enterrado el 30 de marzo, en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante.

Manuel Martínez Margallo
Hasta hace poco, no se conocía qué juez había condenado a Miguel Hernández a muerte, aunque después se le conmutó por 30 años de cárcel. Lo reveló Juan Antonio Ríos Carratalá, autor del libro «Nos vemos en Chicote» (Renacimiento), publicado este año (2019), en el que se cuenta cómo en el popular bar de la Gran Vía de Madrid compartían tragos los periodistas y escritores que serían procesados con quienes serían sus jueces. En este caso, está la figura de Manuel Martínez Margallo, que pasó de ser escritor de revistas humorísticas como «La Codorniz» a juez de sus compañeros de profesión. Firmaba sus relatos como Manuel Lázaro. «Y se entregó con inquina inimaginable», cuenta el biografo de Miguel Hernández, José Luis Ferris.

Wikipedia Antonio Luis Baena Tocón (1915-1998) fue un militar y funcionario español que, en los años posteriores a la guerra civil española, formó parte de diversos tribunales militares de la dictadura de Francisco Franco.

Entre 1939 y 1943, con la graduación de alférez, Baena Tocón fue destinado al Juzgado Especial de Prensa,encargado de perseguir y depurar a aquellas personas que hubiesen escrito en medios de comunicación durante la República. A las órdenes del juez instructor se encargó de investigar la Hemeroteca Municipal de Madrid, anotando los nombres de escritores y periodistas junto con comentarios sobre el carácter de los presuntos delitos que habrían cometido en sus piezas literarias.

Además, fue miembro de varios consejos de guerra relacionados con el Juzgado Especial de Prensa, destacando el instruido contra el poeta Miguel Hernández, condenado a muerte en marzo de 1940 –la pena fue posteriormente conmutada por 30 años de prisión–. Baena Tocón figuró como secretario del mismo, a pesar de no tener la titulación necesaria para ello al haber aprobado tan solo unas pocas asignaturas de Derecho.

En junio de 1966 Antonio Luis Baena Tocón fue nombrado interventor delAyuntamiento de Córdoba, puesto que desempeñó hasta su jubilación. Anteriormente había sido habilitado como viceinterventor de la Diputación Provincial. Ambas plazas, como era normal durante la dictadura, fueron otorgadas en virtud de sus méritos al servicio del régimen.

En junio de 2019 la Universidad de Alicante, a solicitud de su hijo, borró de sus archivos digitales toda referencia a la participación de Antonio Luis Baena Tocón en el juicio a Miguel Hernández. Rápidamente se generó un efecto Streisand, convirtiendo el nombre de Baena Tocón en trending topic.

Miguel Hernández (Sciammarella). El País, 19 de junio de 2019.

Karl Marx à Alger

Karl Marx 27 avril 1882 (E. Dutertre). Alger.

A la fin de sa vie, la santé de Karl Marx est minée par son travail politique d’organisation de l’Internationale et surtout par la rédaction de son œuvre. En 1866, il boit jusqu’à un litre et quart de stout, une bière brune très forte et cela a aggravé ses problèmes héréditaires de foie. Il fume aussi beaucoup, un tabac de qualité médiocre. Il est touché successivement par trois maladies: hépatite, furonculose et tuberculose pulmonaire.

Le 2 décembre 1881, sa femme Jenny (née Johanna Bertha Julie von Westphalen. 1814-1881), qui l’avait toujours soutenu, meurt d’un cancer du foie.

Ses médecins lui recommandent un voyage de convalescence en Algérie afin de soigner ses problèmes respiratoires, croyant que le soleil et la chaleur assureraient sa guérison. Épuisé par la maladie et gelé par le temps peu clément, il arrive à Marseille le 17 février 1882 à 2 heures du matin. Il quitte Marseille le 18 février à 5 heures de l’après-midi à bord du bateau postal, le steamer Le Saïd. Il débarque à Alger le 20 février à trois heures et demie du matin. Il va séjourner presque trois mois à Alger du 20 février au 2 mai 1882. Ses gendres, Paul Lafargue (1842-1911) et Charles Longuet (1939-1903), ont chargé un de leurs amis de le prendre en charge à son arrivée à Alger. Il s’agit d’Albert Fermé (1840-1903), ancien blanquiste, qui est alors juge au tribunal d’Alger.

A Alger, Il descend d’abord au Grand Hôtel d’Orient (entre la Grande Poste et en contrebas l’hôtel Aletti).

Mais le temps est mauvais, sa toux empire et l’empêche de visiter le pays. Karl Marx se croit comme «poursuivi» par une sorte de mauvaise fatalité «climatique». Il écrit à Friedrich Engels (1820-1895) le 1 mars 1882: « Ici m’était réservé mutatis mutandis le même quid pro quo qu’à l’Isle of Wight ! Cette année en effet, la saison est ici exceptionnellement froide et humide, ce qui fait que Nice et Menton raflent actuellement la majorité des touristes. En tout cas, j’avais quelques mauvais pressentiments et j’avais insinué à plusieurs reprises de commencer d’abord par la côte d’Azur. Il semble que ce soit une fatalité. » Il ajoute « ….Le mois de décembre a été épouvantable à Alger, en janvier il a fait beau, en février le temps a été froid, humide aussi, je suis juste tombé sur les trois jours les plus froids de ce mois : les 20, 21, 22 février. Insomnie, manque d’appétit, forte toux, ne sachant trop que faire, et non sans des accès, de temps à autre, d’une profunda mélancolia, tout comme le grand Don Quichotte… »

Il ne reste que deux jours au Grand Hôtel d’Orient. Il s’installe ensuite à la Pension Victoria, bien moins chère dans le quartier dit Mustapha Supérieur sur les hauteurs d’Alger, boulevard Bon-Accueil (devenu Saint-Saëns, puis Mohamed V). Il est frappé par la beauté du paysage: « Ici, situation magnifique, devant ma chambre la baie de la mer que ferme la Méditerranée, le port d’Alger ; des villas disposées en amphithéâtre escaladant les collines (des ravines au-dessous des collines, d’autres collines au-dessus) ; plus loin, des montagnes visibles entre autres les sommets neigeux derrière Matifou [actuel Bordj El-Bahri], sur les montagnes de Kabylie, des points culminants du Djurdjura (tous ces monts, comme les dites collines, sont calcaires). – Le matin, à 8 heures il n’est rien de plus enchanteur que le panorama ; l’air, la végétation, merveilleux mélange européo-africain. »

Il évoque le quartier dans une lettre à Paul Lafargue le 20 mars 1882 : « Les deux Mustapha constituent une commune (Mustapha) dont le maire (ce monsieur n’a pas un nom arabe, ni français, mais un nom allemand) fait à ses administrés, de temps en temps, à l’aide d’affiches officielles, toutes sortes de communications. Vous voyez donc que le régime en vigueur ici est très doux. A Mustapha Supérieur on bâtit sans arrêt de nouvelles maisons, on démolit les anciennes, etc., et pourtant, bien que les ouvriers qu’on emploie à ces travaux soient des gens d’ici, ils sont pris de fièvres. Aussi une partie de leur salaire consiste-t-elle en une dose quotidienne de quinine, qui leur est fournie par les entrepreneurs. On peut observer le même usage en diverses régions d’Amérique du sud. »

Pendant son séjour, il sera souvent chez les Fermé qui habitent le 37 rue Michelet (Didouche-Mourad). Ils parlent des journées de la Commune de Paris et de l’évolution des événements politiques sur le continent.

Il visite le Jardin d’Essai : «Hier à une heure de l’après-midi nous sommes descendus à Mustapha inférieur d’où le tramway nous a amenés au Jardin Hamma ou Jardin d’Essai qui sert de « Promenade publique », avec à l’occasion des concerts de musique militaire, et qui est utilisé comme « pépinière » , pour faire pousser et propager des végétaux indigènes, enfin pour des expériences botaniques scientifiques et comme jardin d’« acclimatation ». Le tout occupe un très vaste terrain, dont une partie est accidentée, tandis que l’autre est en plaine. Pour observer tout en détail, il faudrait au moins un jour entier et le faire en outre avec un connaisseur, par ex. l’ami de Fermé, l’ex-fouriériste M. Durando, professeur de botanique, chef d’une section du « Club alpin français » dont il dirige régulièrement les excursions dominicales. J’ai beaucoup regretté que mon état physique et l’interdiction formelle du Dr Stephan ne m’aient pas jusqu’ici permis de participer à ces excursions auxquelles j’ai été invité à trois reprises. »

Il observe un café maure dans le quartier de l’Agha près du jardin d’Essai: « Avant de pénétrer dans le « Jardin d’Essai », nous bûmes du café, en plein air naturellement, dans un « café » maure. Le Maure en prépare d’excellent, nous étions assis sur des tabourets. Sur une table de bois brut, une douzaine de clients maures, le buste penché en avant, les jambes croisées, savouraient leurs petites « cafetières » ( chacun a la sienne) tout en jouant aux cartes (une victoire que la civilisation a remportée sur eux). Le spectacle était très impressionnant: certains de ces Maures étaient habillés avec recherche et même richement, d’autres portaient ce que j’oserais appeler des blouses, qui étaient autrefois de laine blanche, à présent en lambeaux et en loques mais aux yeux d’un vrai musulman de telles contingences, la chance ou la malchance, ne sauraient établir une différence entre fils de Mahomet. Cela n’influe pas sur l’égalité absolue qu’ils manifestent dans leurs relations sociales. Ce n’est que lorsqu’ils sont démoralisés qu’ils prennent conscience de ces différences ; en ce qui concerne la haine envers les chrétiens et l’espoir de remporter finalement la victoire sur ces infidèles, leurs hommes politiques considèrent à juste titre ce sentiment et la pratique de l’égalité absolue ( non du confort ou de la position sociale, mais de la personnalité ) comme quelque chose qui les incite à maintenir vivante la première et ne pas renoncer au second. ( ET POURTANT ILS SONT FICHUS SANS UN MOUVEMENT REVOLUTIONNAIRE ! )” ( Lettre à sa fille Laura Lafargue )

C’est à Alger qu’il se fait photographier pour la dernière fois, le 27 avril 1882, par le photographe E. Dutertre à l’Agha Supérieur avec la barbe touffue qu’on lui connaît. Le lendemain, il écrit à Friedrich Engels le 28 avril 1882 : « A cause du soleil, je me suis débarrassé de ma barbe de prophète et de ma toison, mais (comme mes filles me préfèrent avec), je me suis fait photographier avant de sacrifier ma chevelure sur l’autel d’un barbier algérois. J’aurai les clichés dimanche prochain (30 avril). Vous en enverrai des spécimens d Marseille… » Puis il passe chez un barbier de la Casbah. Le docteur Stéphan qui le soigne ne parvient pas à enrayer sa maladie. Le 2 mai, il repart pour Marseille sur la paquebot Péluse et séjourne brièvement à Monaco, avant de remonter à Argenteuil, près de Paris, où demeure sa fille Jenny Longuet. Celle-ci va mourir le 11 janvier 1883 des suites d’un cancer vésical.

Karl Marx meurt, lui, quelques mois plus tard le 14 mars 1883 des suites d’un abcès pulmonaire avec hémoptysie ; en réalité il s’agissait d’une tuberculose pulmonaire, mais on ne prononçait pas le mot qui était alors tabou. Il est enterré aux côtés de sa femme à Londres dans le cimetière de Highgate.

Voir Marxisme et Algérie. Textes de Marx/Engels. Paris, Union générale d’éditions, 1976 et Karl Marx, Lettres d’Alger et de la Côte d’Azur. ( Traduites et présentées par Gilbert Badia ).Le Temps des cerises, 1997.

Karl Marx 27 avril 1882 28 avril 1882. Alger.

Henri Fertet 1926 – 1943

Henri Fertet.

Henri Claude Fertet est né le 27 octobre 1926 à Seloncourt (Doubs). Lycéen, résistant FTPF, c’ est l’un des plus jeunes Compagnons de la Libération.

On a beaucoup parlé de ce très jeune résistant ces derniers jours puisque le Président de la République a lu une partie de sa lettre d’adieu lors des cérémonies du 75 ème anniversaire du débarquement en Normandie.

“Je meurs pour ma Patrie. Je veux une France libre et des Français heureux. Non pas une France orgueilleuse et première nation du Monde, mais une France travailleuse, laborieuse et honnête. Que les Français soient heureux, voilà l’essentiel. Dans la vie il faut savoir cueillir le bonheur[…] Adieu, la mort m’appelle, je ne veux ni bandeau ni être attaché. Je vous embrasse tous. C’est quand même dur de mourir. Mille baisers!Vive la France!
Un condamné à mort de 16 ans. Henri Fertet.”

Il fut exécuté le 26 septembre 1943 par les Allemands à la Citadelle de Besançon avec 15 autres membres des groupes Francs-Tireurs et Partisans (FTP) “Guy Mocquet” et “Marius Vallet”. Ils avaient été jugés quelques jours auparavant par le Tribunal militaire allemand. Ces deux groupes, communistes, étaient formés de résistants d’origines très différentes, unis dans l’action clandestine. Ils avaient trouvé dans ces formations FTP l’occasion de développer leur engagement et leur action autour de Besançon. C’étaient de jeunes agriculteurs catholiques, des militants communistes aguerris, des jeunes lycéens et étudiants ou des républicains espagnols arrivés dans la région en 1939.

Furent exécutés ce jour-là:

– 4 membres du groupe FTP Marius Vallet (du nom du premier fusillé de la citadelle): Jean Compagnon (né le 24 décembre 1922), Balthazar Robledo (fondateur du groupe, né le 12 septembre 1908), Saturnino Trabado (né le 18 août 1911) et Paul Paqueriaud (né le 12 mars 1908) qui faisait le lien avec les membres du groupe Guy Mocquet.

– 12 membres du groupe FTP Guy Mocquet (mal orthographié, du nom de Guy Môquet) : Raymond Aymonnin (né le 7 janvier 1923), Henri Fertet (Compagnon de la Libération), Philippe Gladoux (né le 10 janvier 1926) , Jean-Paul Grappin (né le 8 mai 1922), René Paillard (né le 13 avril 1925) , Marcellin Puget (né le 6 février 1914), Roger Puget ((né le 23 janvier 1921), Marcel Reddet (né le 17 mars 1926), Gaston Retrouvey (né le 20 novembre 1924), Georges Rothamer (né le 16 mars 1919) , René Roussey (né le 17 août 1917) et Marcel Simon (né le 27 février 1920), le chef du groupe.

Marcel Simon, responsable local de la jeunesse agricole catholique.

Le lendemain de leur exécution, les fosses communes des deux cimetières de Besançon où leurs corps avaient été provisoirement enterrés, disparaissaient sous des monceaux de fleurs apportées par la population de la ville malgré l’interdiction allemande. Gestes de solidarité auxquels s’ajouta la reproduction et la circulation de la dernière lettre d’Henri Fertet, lue à la BBC par Maurice Schumann le 9 décembre 1943. Elle fut aussi largement reproduite dans la presse clandestine national (France d’abord! n° 38 de novembre 1943, Libération n°151 du 19 octobre 1943, les Cahiers du Témoignage chrétien n°18-19 de août-septembre 1943.
Henri Fertet a été fait Compagnon de la Libération. Son père Henri, directeur d’école à Besançon, a reçu la distinction des mains du général de Gaulle en 1947. Une stèle, inaugurée le dimanche 18 mai 1947, rend hommage à ces fusillés en forêt d’Aveney, au lieu connu comme Rocher de Valmy.
Cette mémoire (et ce traumatisme) est entretenue très tôt. En 1945, Henri Bon publie une première étude, Les seize fusillés de Besançon. En 1974, Raymond Tourrain, membre du groupe, devenu député du Doubs, publie une “Histoire du groupe Guy Mocquet”. Un documentaire revient en 1980 sur l’histoire de ce groupe.

https://www.ina.fr/video/I07297732

Le 27 novembre 1980, dans la forêt de Chailluz, près de Besançon, Pierre Fertet, instituteur âgé de cinquante-et-un ans et sa mère octogénaire se suicident en s’asphyxiant avec les gaz de leur véhicule. Le cadet d’Henri Fertet était resté très affecté par la mort de son frère. Il voua toute sa vie une dévotion quasi mystique à sa mémoire.

Pour plus d’informations, consulter le Maitron en ligne et le site de l’Ordre de la Libération.

http://maitron-en-ligne.univ-paris1.fr/spip.php?article49958

https://www.ordredelaliberation.fr/fr/compagnons/henri-fertet

Je remercie l’historienne Cécile Vast (Docteur en histoire, Université de Franche-Comté) qui a mis beaucoup de ces informations sur Twitter ces derniers jours.

Aveney (Doubs). Stèle du rocher de Valmy.

Pierre Laborie 1936 -2017

Pierre Laborie

Pierre Laborie, Penser l’événement 1940-1945.

Édition de Jean-Marie Guillon et Cécile Vast Première édition
Collection Folio histoire (n° 285), Gallimard. Parution : 16-05-2019

L’historien Pierre Laborie est né le 4 janvier 1936 à Bagnac-sur-Célé. Il est décédé à Cahors le 16 mai 2017. Ce fils d’un paysan et d’une postière fait ses études au lycée d’Aurillac avant de devenir professeur de lycée, puis d’école normale à Cahors.
Professeur émérite d’histoire contemporaine à l’université Toulouse II-Le Mirail et directeur d’études à l’EHESS, c’est un historien spécialiste de l’opinion publique sous le régime de Vichy.

1978-1998 Carrière universitaire à Toulouse.

1980 Résistants, Vichyssois et Autres (CNRS éd.).

1990 L’Opinion française sous Vichy (Seuil).

1998 Directeur d’études à l’EHESS.

2001 Les Français des années troubles (Desclée de Brouwer ; Seuil, 2003).

2011 Le Chagrin et le venin (Bayard).

Epigraphe de Penser l’événement:

“Les mots aident à résister, à refuser, à faire reculer les ensevelissements de la mort.

Pour Jacqueline. En mémoire. Pour mémoire. Janvier 2017.”

(Merci à N.R.)

Présentation du livre sur le site Gallimard:

“L’événement que l’historien Pierre Laborie nous aide à penser est celui, majeur, de Vichy, de l’Occupation et de la Résistance, tel que les Français l’ont vécu au jour le jour, sans savoir ce que seraient les lendemains. Pour ce faire, il convient de se débarrasser au préalable d’innombrables idées fausses induites par les usages politiques et mémoriels de cette période et qui, à force d’être répétées, ont pris valeur d’évidences.
Les mots de Pierre Laborie, forgés pour étudier l’opinion publique et les comportements des années 1930 et 1940, appartiennent désormais au langage commun des historiens : ambivalence, mental-émotionnel collectif, penser-double, non-consentement. Ils aident à retrouver les clés, les gestes, les paroles, les masques, les silences, les non-dits, l’implicite des expériences du temps perdu et dispersé des années «troubles».
«Il y a des mots qui font vivre», écrivait Paul Éluard. Tel est bien le cas de ceux de Pierre Laborie, convaincu que «l’Histoire s’efforce, au-delà de la fragilité des émotions, de tisser quelques-uns des fils qui transmettent l’expérience pour que l’héritage serve à un dialogue de raison, qui font des fidélités maintenues une volonté de dépassement du néant».

La Tondue de Chartres

Femme tondue pour avoir eu un enfant d’un soldat allemand. Chartres, rue Collin-d’Harleville, 16 août 1944. (Robert Capa)

J’ai lu le livre La tondue, 1944-1947 (Vendémiaire, 2011). Les auteurs, Philippe Frétigné (facteur de clavecins à Chartres) et Gérard Leray (professeur d’histoire-géographie), ont longtemps travaillé sur l’histoire de la Libération de Chartres.
Le point de départ du livre c’est une des photographies les plus connues de la Libération. La Tondue de Chartres a été prise le 16 août 1944, rue du Cheval-Blanc à Chartres, par Robert Capa (pseudonyme d’Endre Ernő Friedmann 1913-1954). Ce photographe a couvert cinq conflits en dix-huit ans. Il est mort le 25 mai 1954 pendant la guerre d’Indochine en sautant sur une mine.
Simone Touzeau, vingt-trois ans, a été tondue et marquée au front par un fer rouge. Elle s’avance dans les rues de Chartres, tenant dans ses bras un bébé. La foule qui l’accompagne est à la fois curieuse et hostile. Cette femme est exhibée avec sa famille dans les rues parce qu’elle a eu cet enfant d’un soldat allemand. Mais, quelques jours plus tard, elle est aussi soupçonnée d’être à l’origine d’une rafle. Dans la nuit du 24 au 25 février 1943, cinq chefs de famille de son voisinage avaient été arrêtés par la police de sûreté allemande et accusés d’avoir écouté la BBC. Quatre seront déportés au camp de concentration de Mauthausen. Deux d’entre eux, Fernand Guilbault et Edouard Babouin, n’en reviendront pas.
L’accusation n’était pas fondée, mais Simone Touseau avait été embauchée comme secrétaire-interprète par l’armée d’occupation en décembre 1942. C’était une adhérente du PPF de Jacques Doriot depuis 1943. Elle était aussi partie comme volontaire pour travailler en Allemagne de septembre à novembre 1943.
Sa mère et elle seront ensuite arrêtées, incarcérées à la prison de Chartres puis transférées au camp de Pithiviers. Elles seront traduites en justice au printemps 1945 pour « atteinte à la sûreté extérieure de l’État ». Elles risquaient la peine de mort. Toute la famille Touseau sera ostracisée ensuite par les Chartrains.
En 1946, Simone Touseau apprit la mort de son fiancé allemand, Erich Göz, tué près de Minsk le 8 juillet 1944 à 44 ans. Transférée à Fresnes, elle bénéficiera d’un classement sans suite et sera libérée le 29 novembre 1946. Le 8 mars 1947, elle sera condamnée à dix ans d’indignité nationale.
La responsable des dénonciations semble avoir été Ella Amerzin-Meyer ( née le 22 août 1911 ), une autre interprète de nationalité suisse, maîtresse du chef de la sécurité nazie locale. Elle s’enfuiera en Allemagne, sera retrouvée et condamnée aux travaux forcés à perpétuité. Mais le jugement sera ensuite annulé, car elle avait obtenu entre temps la nationalité allemande. Elle décédera le 20 janvier 2016 à 104 ans.
La pression du voisinage étant très forte, la famille Touseau déménagera à Saint-Arnoult-en-Yvelines, mais la rumeur finira par les rattraper. Simone Touzeau se mariera en 1954, aura deux autres enfants, puis mourra, dépressive et alcoolique, à l’Hôtel-Dieu de Chartres le 21 février 1966 à 44 ans.
L’enfant de la photo ( née le 23 mai 1944 ) est toujours vivant mais souhaite rester anonyme. Convaincu de l’innocence de sa famille dans la rafle de 1943 et désireux de protéger ses proches, il a brûlé toutes les lettres de ses parents.
Entre juin et décembre 1944, environ 20 000 femmes françaises ont subi l’humiliation de la tonte.

Bibliographie
Alain Brossat, Les Tondues, un carnaval moche, Paris, éditions Manya, janvier 1993. Réédition en 2008. Les Tondues, éditions Hachette.
Fabrice Virgili La France « virile ». Des femmes tondues à la Libération. Petite Bibliothèque Payot, 2004.

Paul Eluard (1895-1952) (Pablo Picasso) 1936.

Comprenne qui voudra ( Paul Eluard )

                 En ce temps là, pour ne pas châtier
                 les coupables, on maltraitait des filles.
                 On allait même jusqu’à les tondre.    

Comprenne qui voudra
Moi mon remords ce fut
La malheureuse qui resta
Sur le pavé
La victime raisonnable
À la robe déchirée
Au regard d’enfant perdue
Découronnée défigurée
Celle qui ressemble aux morts
Qui sont morts pour être aimés

Une fille faite pour un bouquet
Et couverte
Du noir crachat des ténèbres

Une fille galante
Comme une aurore de premier mai
La plus aimable bête

Souillée et qui n’a pas compris
Qu’elle est souillée
Une bête prise au piège
Des amateurs de beauté

Et ma mère la femme
Voudrait bien dorloter
Cette image idéale
De son malheur sur terre.

Texte initialement publié dans Les Lettres françaises du 2 décembre 1944

Au rendez-vous allemand, 1944.

Le 1er septembre 1969, Gabrielle Russier, jeune professeur agrégée de Lettres, mère de deux enfants et épouse divorcée (donc libre), se suicidait. Elle avait, dans l’après-Mai 68, entretenu une liaison avec l’un de ses élèves du Lycée Antoine de Saint-Exupéry de Marseille appelé aussi lycée Nord, Christian Rossi, (elle : 32 ans ; lui : 17 ans). Elle venait d’être condamnée à un an de prison avec sursis, sur plainte des parents de la ” victime ” pour détournement de mineur.

Le 22 septembre 1969 le nouveau Président de la République, Georges Pompidou ( élu le 15 juin précédent ) tenait sa première conférence de presse. À la fin de la conférence, le journaliste de Radio Monte-Carlo, Jean-Michel Royer, lui demanda ce qu’il pensait de ce fait-divers ” qui pose des problèmes de fond “.

Surpris par la question ou ému par le drame, le Chef de l’État répondit, en se ménageant de longs silences :
“Je ne vous dirai pas tout ce que j’ai pensé sur cette affaire. Ni même d’ailleurs ce que j’ai fait. Quant à ce que j’ai ressenti, comme beaucoup, eh bien,
Comprenne qui voudra !
Moi, mon remords, ce fut
la victime raisonnable
au regard d’enfant perdue,
celle qui ressemble aux morts
qui sont morts pour être aimés.
C’est de l’Éluard. Mesdames et Messieurs, je vous remercie “.

Paul Éluard, écrivit dans un tout autre contexte, celui de l’épuration ( et de la ” collaboration sentimentale ” de nombreuses Françaises avec des soldats allemands ). Georges Pompidou devait s’attendre à la question et avait préparé quelques vers de ce poème. L’intention était louable et l’émotion non feinte.

On a su, depuis, qu’il avait effectivement ordonné une enquête sur la responsabilité mêlée de l’Éducation nationale et de la Justice, et plus précisément sur le fait que le cas de Gabrielle Russier avait échappé aux mesures d’amnistie qui, traditionnellement, accompagnent toute nouvelle élection.

Charlotte Delbo (1913 -1985)

Paris V. Rue Lacépède n°33.

Prière aux vivants pour leur pardonner d’être vivants

Vous qui passez
bien habillés de tous vos muscles
un vêtement qui vous va bien
qui vous va mal
qui vous va à peu près
vous qui passez
animés d’une vie tumultueuse aux artères
et bien collée au squelette
d’un pas alerte sportif lourdaud
rieurs renfrognés, vous êtes beaux
si quelconques
si quelconquement tout le monde
tellement beaux d’être quelconques
diversement
avec cette vie qui vous empêche
de sentir votre buste qui suit la jambe
votre main au chapeau
votre main sur le cœur
la rotule qui roule doucement au genou
comment vous pardonner d’être vivants…
Vous qui passez
bien habillés de tous vos muscles
comment vous pardonner
ils sont morts tous
vous passez et vous buvez aux terrasses
vous êtes heureux elle vous aime
mauvaise humeur souci d’argent
comment comment
vous pardonner d’être vivants
comment comment
vous ferez-vous pardonner
par ceux-là qui sont morts
pour que vous passiez
bien habillés de tous vos muscles
que vous buviez aux terrasses
que vous soyez plus jeunes chaque printemps

Je vous en supplie
faites quelque chose
apprenez un pas
une danse
quelque chose qui vous justifie
qui vous donne le droit
d’être habillés de votre peau de votre poil
apprenez à marcher et à rire
parce que ce serait trop bête
à la fin
que tant soient morts
et que vous viviez
sans rien faire de votre vie.

Une connaissance inutile, 1970.

Charlotte Delbo (1913 – 1985)

Charlotte Delbo. Photo anthropométrique prise le 17 mars 1942 par le service de l’identité judiciaire

Charlotte Delbo est née le 10 août 1913 à Vigneux-sur-Seine. Elle est morte le 1er mars 1985 à Paris.
Issue d’une famille d’ouvriers italiens, elle adhère en 1932 aux Jeunesses communistes, puis en 1936 à l’Union des jeunes filles de France fondée par Danielle Casanova. A l’Université ouvrière, elle rencontre en 1934 son futur mari, le militant communiste Georges Dudach, formé à Moscou, qu’elle épouse en 1936.
Elle travaille avant la guerre comme assistante du metteur en scène Louis Jouvet. Pendant l’Occupation, après avoir hésité, elle part avec lui et la troupe de l’Athénée en Amérique du Sud en mai 1941. Elle revient à Paris le 15 novembre1941.
Elle s’engage alors dans la Résistance avec son mari. Ils font partie du «groupe Politzer», chargé de la publication des Lettres françaises dont Jacques Decour est le rédacteur en chef. Charlotte Delbo est chargée de l’écoute de Radio Londres et de Radio Moscou qu’elle prend en sténo ainsi que de la dactylographie des tracts et revues.
Charlotte Delbo et son mari sont arrêtés le 2 mars 1942 au 93 rue de la Faisanderie (16e arrondissement de Paris) par les Brigades spéciales,. Georges Dudach est fusillé au fort du Mont-Valérien le 23 mai 1942, à l’âge de 28 ans. Elle est déportée à Auschwitz par le convoi du 24 janvier 1943 parmi 230 femmes. Elle sera l’une des 49 rescapées de ce convoi.
Elle écrira des années plus tard son indispensable trilogie Auschwitz et après.
Aucun de nous ne reviendra (1965)
Une connaissance inutile (1970)
Mesure de nos jours (1971)

De 1965 à 1972, j’ai habité Vigneux-sur-Seine. Charlotte Delbo est enterré dans le même cimetière que mon père et ma seconde mère.

Ô vous qui savez…
Ô vous qui savez
saviez-vous que la faim fait briller les yeux que la soif les ternit
Ô vous qui savez
saviez-vous qu’on peut voir sa mère morte
et rester sans larmes
Ô vous qui savez
saviez-vous que le matin on veut mourir
que le soir on a peur
Ô vous qui savez
saviez-vous qu’un jour est plus qu’une année
une minute plus qu’une vie
Ô vous qui savez
saviez-vous que les jambes sont plus vulnérables que les yeux
les nerfs plus durs que les os
le cœur plus solide que l’acier
Saviez-vous que les pierres du chemin ne pleurent pas
qu’il n’y a qu’un mot pour l’épouvante
qu’un mot pour l’angoisse
Saviez-vous que la souffrance n’a pas de limite
l’horreur pas de frontière
Le saviez-vous
Vous qui savez.

Auschwitz et après : Aucun de nous ne reviendra (Editions de Minuit, 1970)

France Bloch-Sérazin (1913-1943)

J’ai lu avec grand intérêt France Bloch-Sérazin– Une femme en résistance (1913-1943) de l’historien Alain Quella-Villéger, publié par les Editions Les femmes, 296 pages, 18 €. C’est une enquête complète, précise et agréable à lire, malgré parfois quelques approximations et errata ici ou là. Les lettres sont particulièrement émouvantes.

La journaliste et romancière Ania Francos avait publié en 1978, aux éditions Stock, Il était des femmes dans la Résistance avec un beau portrait de France Bloch en couverture. Elle rendait hommage à cette grande résistante et s’interrogeait: «Je me demande pourquoi le parti a pratiquement sanctifié Danielle Casanova et n’a consacré que quelques petites brochures à France. Il est vrai que cette dernière ne dirigeait pas l’Union de jeunes femmes de France.»

France Bloch [France Bloch-Sérazin, après son mariage avec Frédéric Sérazin] est née le 21 février 1913 à Paris. C’était la fille de l’écrivain Jean-Richard Bloch (1884-1947) et de Marguerite Bloch, née Herzog (1886-1975). sa mère était la sœur de l’écrivain André Maurois (1885-1967). France Bloch avait un frère (Michel 1911-2000) et deux sœurs (Marianne 1909-2003 et Claude 1915-2009). Titulaire d’une licence de chimie générale en juin 1934, elle entra comme assistante au Service central de la Recherche scientifique de l’Institut de chimie, rue Pierre Curie à Paris, et poursuivit jusqu’à la guerre des travaux de recherche.

En mai 1939, elle épousa Frédéric Sérazin, ouvrier métallurgiste chez Hispano-Suiza depuis 1935 et militant communiste. Ils eurent un fils, Roland, en janvier 1940.

Cette militante communiste, résistante de la première heure, fut la chimiste de l’Organisation spéciale (OS) puis des Francs-tireurs et partisans. En effet, elle entra en 1941 dans un des premiers groupes FTPF, dirigé par Raymond Losserand (1903-1942), conseiller municipal communiste du XIVe arrondissement de Paris. Elle installa un laboratoire rudimentaire dans un logement de deux pièces, 1 avenue Debidour dans XIXe arrondissement et fabriqua des bombes et des explosifs qui furent utilisés dans la lutte armée. Elle était en liaison avec le groupe de l’Ouest, commandé par le colonel Fabien et le colonel Dumont. Le 16 mai 1942, elle fut arrêtée par la police française en raison de ses activités. Après de terribles interrogatoires, la torture et quatre mois de cellule, elle comparut devant un tribunal spécial allemand. Elle fut condamnée à la peine de mort comme dix-huit autres co-inculpés le 30 septembre 1942. Ces derniers furent immédiatement exécutés au stand de tir de Balard (XVe arr.). France Bloch fut déportée en Allemagne le 10 décembre 1942 et enfermée dans une forteresse à Lübeck Le 12 février 1943, elle fut guillotinée à Hambourg dans la cour de la maison d’arrêt, Elle n’avait pas encore trente ans.

Son mari fut arrêté en février 1940. Il s’évada deux fois, mais repris à chaque fois. Résistant en zone sud, il fut arrêté par la Milice et la Gestapo à Saint-Étienne (Loire) le 15 juin 1944, torturé et assassiné le même jour. Son cousin germain, Jean-Louis Wolkowitsch, né aussi en 1913, fut arrêté le même jour qu’elle et fusillé comme otage le 11 août 1942 au Mont-Valérien. Sa grand-mère, Louise Laure Bloch, raflée à Néris-les-Bains le 12 mai 1944, mourut à Auschwitz le 4 juin 1944.

Les survivants (Louis Aragon)

A Jean-Richard Bloch

J’ai rencontré portant ses yeux de porcelaine
Celle qui vit son coeur mis en mille morceaux
Et mon ami qui rêve à sa reine lointaine
Dont l’ombre fuit dans les ruisseaux

J’ai rencontré jouet de nos jours mécaniques
Cet autre qui revint pour ne plus retrouver
Son amour emporté par le vent tyrannique
Comme une lettre inachevée

J’ai rencontré l’amant la sœur le fils la mère
Celle qui se refuse à ne pas croire absent
L’enfant qui n’écrit plus et qui tourne en chimère
Á l’horizon couleur du sang

Ils vivent d’une vie étrange et machinale
Le silence est en eux quand ils parlent pourtant
Quel songe déplient-ils en ouvrant le journal
Ô saveur de cendre du temps

Ce que vous pourriez dire ils le savent d’avance
N’allez pas leur parler surtout des disparus
Nuir des propos polis et de la survivance
Voyez-les traverser la rue

Ils vont chez le coiffeur ou font cuire la soupe
Vous n’arriverez pas à les prendre en défaut
Vous n’arriverez pas à faire qu’ils se coupent
Ils font tous les gestes qu’il faut

Ils ont su de la mort qu’ils étaient deux au monde
Quelle force mon Dieu les peut donc habiter
Un bonheur divisé se pourrait-il qu’il fonde
Cette incroyable dignité

Miroir intérieur ma terrible mémoire
Á qui vit sans son coeur tout semble indifférent
Mais tout est différent quand à ce foyer noir
Le feu de la haine reprend

Car il faut la nommer l’inhumaine l’humaine
Sans qui nous ne pourrions ni vivre ni marcher
C’est la sainte vertu qui te porte la haine
Honte à qui s’en voudrait cacher

Cela vous fait frémir Vous n’avez à la bouche
Que les mots de l’amour Comment voulez-vous donc
Aujourd’hui sans objet que ces mots-là nous touchent
Pour un sacrilège pardon

L’amour nous le gardons à ceux-là qui partirent
Et dont la voix n’a plus d’écho que notre voix
Pardonner ce serait oublier leur martyre
Ce serait les tuer deux fois