Juan Ramón Jiménez 1881 – 1958

Juan Ramón Jiménez.

Patria

¿De dónde es una hoja
transparente de sol?
—¿De dónde es una frente
que piensa, un corazón que ansía?—
¿De dónde es un raudal
que canta?

La realidad invisible (1917-1924)

Patrie

D’où vient une feuille
transparente de soleil ?
— D’où vient un front
qui pense, un coeur qui désire ? —
D’où vient un torrent
qui chante?

Juan Ramón Jiménez est né à Moguer, en Andalousie, le 23 ou 24 décembre 1881. Il est mort le 29 mai 1958 en exil à San Juan (Porto Rico). Son récit poétique le plus célèbre est Platero y yo (Elégie andalouse) publié en 1917. Il a reçu le Prix Nobel de littérature en 1956 .

Les éditions José Corti dans leur collection Ibériques, dirigée par Bertrand Fillaudeau, ont publié dans de belles éditions bilingues certains recueils de ce grand poète, connu aussi pour son mauvais caractère.

Espace, 1988.
Fleuves qui s’en vont, 1990.
Pierre et ciel, 1990.
Été, 1997.
Éternités, 2000.
Poésie en vers, 2002.
Beauté, 2005.

Juan Rulfo 1917 – 1986

Juan Rulfo. Autoportrait.

Juan Rulfo (Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno) est né à Sayula, une petite localité de l’état de Jalisco au Mexique le 16 mai 1917.

Il passe son enfance dans un orphelinat de Guadalajara car son père et de nombreux membres de sa famille ont été assassinés en 1923 pendant la guerre des Cristeros (1923-1927).

En 1947, il épouse Clara Angelina Aparicio Reyes (née 12 août 1928). Ils auront quatre enfants: Claudia Berenice, Juan Francisco, Juan Pablo et Juan Carlos.

Cet écrivain, scénariste et photographe mexicain, a publié essentiellement un recueil de 17 nouvelles, Le Llano en flammes (1953), qui traite de la vie des paysans de la région de Jalisco dans une nature aride et hostile et un roman, Pedro Páramo (1955), qui traite de la confusion entre le monde des morts et des vivants. Il reflète bien la fascination qu’entretiennent les Mexicains avec la mort (cf. la fête des morts).

C’est un des grands écrivains latino-américains du XX ème siècle. Son œuvre marque un tournant dans la littérature mexicaine. avec lui, c’est la fin du roman révolutionnaire (Martín Luis Guzmán, Francisco L. Urquizo et Mariano Azuela). Pedro Páramo a eu aussi une très grande influence sur les romanciers du boom latino-américain (Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa)

Juan Rulfo s’éloigne pourtant ensuite de l’écriture et travaille pour la télévision. Il finit sa carrière comme directeur éditorial de l’Instituto Indigenista de México, comparable au Bureau des affaires indiennes.

Il meurt à Mexico le 8 janvier 1986.

  • Le llano en flammes, Gallimard, 2001 ( El llano en llamas, 1953), Traduction: Gabriel Iaculli, 17 nouvelles.
  • Pedro Páramo, Gallimard, 1959 (Pedro Páramo, 1955). Traduction: Roger Lescot, roman. Nouvelle traduction, 2005: Gabriel Iaculli. Gallimard.
  • Le coq d’or, Gallimard, coll. «L’Imaginaire», 2009 ( El gallo de oro, 1980. Réédition 2010), Traduction: Gabriel Iaculli, roman. Écrit entre 1956 et 1958.
Clara Aparicio de Rulfo (Juan Rulfo) vers 1948.

Clara Aparicio, la veuve de Juan Rulfo a fait publier en 2000 81 lettres que son mari lui a envoyées entre 1944 y 1950.

Correspondance de Juan Rulfo. Aire de las colinas: Cartas a Clara (Editorial Sudamericana, 2000, Buenos Aires; Plaza Janés, México; Debate, Espagne)

México, 10 de enero de 1945

Muchachita:

No puedo dejar pasar un día sin pensar en ti. Ayer soñé que tomaba tu carita entre mis manos y te besaba. Fue un dulce y suave sueño. Ayer también me acordé de que aquí habías nacido y bendije esta ciudad por eso, porque te había visto nacer.
No sé lo que está pasando dentro de mí; pero a cada momento siento que hay algo grande y noble por lo que se puede luchar y vivir. Ese algo grande, para mí, lo eres tú. Esto lo he sabido desde hace mucho, más ahora que estoy lejos lo he ratificado y comprendido.
Estuve leyendo hace rato a un tipo que se llama Walt Whitman y encontré una cosa que dice:

El que camina un minuto sin amor,
Camina amortajado hacia su propio funeral.

Y esto me hizo recordar que yo siempre anduve paseando mi amor por todas partes, hasta que te encontré a ti y te lo di enteramente.
Clara, mi madre murió hace 15 años; desde entonces, el único parecido que he encontrado con ella es Clara Aparicio, alguien a quien tú conoces, por lo cual vuelvo a suplicarte le digas me perdone si la quiero como la quiero y lo difícil que es para mí vivir sin ese cariño que ella tiene guardado en su corazón.
Mi madre se llamaba María Vizcaíno y estaba llena de bondad, tanta que su corazón no resintió aquella carga y reventó.
No, no es fácil querer mucho.
Juan

Pablo Neruda IV

Isla Negra (Chile) . Casa Museo Pablo Neruda.

Nacimiento

Nació un hombre
entre muchos
que nacieron.
Vivió entre muchos hombres
que vivieron.
Y esto no tiene historia
sino tierra
tierra central de Chile, donde
las viñas encresparon sus cabelleras verdes,
la uva se alimenta de la luz,
el vino nace de los pies del pueblo.

Parral se llama el sitio
del que nació
en invierno.

Ya no existen
la casa ni la calle:
soltó la cordillera
sus caballos,
se acumuló
el profundo
poderío,
brincaron las montañas
y cayó el pueblo
envuelto
en terremoto.
Y así muros de adobe,
retratos en los muros,
muebles desvencijados
en las salas oscuras,
silencio entrecortado por las moscas,
todo volvió
a ser polvo:
sólo algunos guardamos
forma y sangre,
sólo algunos, y el vino.

Siguió el vino viviendo,
subiendo hasta las uvas
desgranadas
por el otoño
errante,
bajó a lagares sordos,
a barricas
que se tiñeron con su suave sangre,
y allí bajo el espanto
de la tierra terrible
siguió desnudo y vivo.

Yo no tengo memoria
del paisaje ni tiempo,
ni rostros, ni figuras,
sólo polvo impalpable,
la cola del verano
y el cementerio en donde
me llevaron
a ver entre las tumbas
el sueño de mi madre.
Y como nunca vi
su cara
la llamé entre los muertos, para verla,
pero como los otros enterrados,
no sabe, no oye, no contestó nada,
y allí se quedó sola, sin su hijo,
huraña y evasiva
entre las sombras.
Y de allí soy, de aquel
Parral de tierra temblorosa,
tierra cargada de uvas
que nacieron
desde mi madre muerta.

Memorial de Isla Negra, 1964.

Isla Negra (Chile) . Casa Museo Pablo Neruda.

Pablo Neruda III

Pablo Picasso et Pablo Neruda. Paris, 1949.

Pablo Neruda évoque son enfance à plusieurs reprises dans son oeuvre. Elle apparaît entre autres dans Chant général, poème épique en quinze chants, publié en 1950 à Mexico par Talleres Gráficos de la Nación. Il a commencé à le composer dès 1938. Cette épopée comporte 15 sections, 231 poèmes et plus de quinze mille vers et ambitionne d’être une chronique encyclopédique de toute l’Amérique latine.

XV. Yo soy

I. La frontera (1904)

Lo primero que vi fueron árboles, barrancas
decoradas con flores de salvaje hermosura,
húmedo territorio, bosques que se incendiaban,
y el invierno detrás del mundo, desbordado.
Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos, dulces días sobre la avena,
y la barba dorada de mi padre saliendo
hacia la majestad de los ferrocarriles.

Frente a mi casa el agua austral cavaba
hondas derrotas, ciénagas de arcillas enlutadas,
que en el verano eran atmósfera amarilla
por donde las carretas crujían y lloraban,
embarazadas con nueve meses de trigo.
Rápido sol del Sur:
rastrojos, humaredas
en caminos de tierras escarlatas, riberas
de ríos de redondo linaje, corrales y potreros
en que reverberaba la miel del mediodía.
El mundo polvoriento entraba grado a grado
en los galpones, entre barricas y cordeles,
a bodegas cargadas con el resumen rojo
del avellano, todos los párpados del bosque.

Me pareció ascender en el tórrido traje
del verano, con las máquinas trilladoras,
por las cuestas, en la tierra barnizada de boldos,
erguida entre los robles, indeleble,
pegándose en las ruedas como carne aplastada.

Mi infancia recorrió las estaciones: entre
los rieles, los castillos de madera reciente,
la casa sin ciudad, apenas protegida
por reses y manzanos de perfume indecible,
fui yo, delgado niño cuya pálida forma
se impregnaba de bosques vacíos y bodegas.

Canto general, 1950.

XV. Je suis

I. La frontière

Ce que je vis d’abord ce fut des arbres, des ravins
décorés de fleurs belles et sauvages,
un territoire humide, des forêts en feu,
et l’hiver en crue derrière le monde.
J’eus pour enfance des souliers mouillés, des troncs brisés
tombés dans la forêt, dévorés par les lianes
et les scarabées, j’eus des journées douces sur l’avoine,
et la barbe dorée de mon père partant
pour la majesté des chemins de fer.

La pluie australe creusait devant la maison
de profondes mares, des bourbiers d’argile endeuillée,
qui, l’été, se transmuaient en un jaune climat
où les charrettes grinçaient, où elles pleuraient
enceintes de neuf mois de blé.
Soleil du Sud: soleil rapide:
chaumes, denses fumées
dans des chemins de terre écarlates, berges
de fleuves à ronde lignée, prairies, enclos
où le miel du midi était réverbéré.
Le monde poussiéreux pénétrait par degré
dans les hangars, parmi des tonneaux et des cordes,
jusqu’aux caves entassant le rouge résumé
du noisetier, toutes les paupières de la forêt.

Il me parut monter dans la robe torride
de l’été, avec les batteuses, au long
des côtes, sur la terre au vernis de boldos
dressée entre les chênes, indélébile,
et qui collait aux roues comme chair écrasée.

Mon enfance parcourut les saisons: avec, autour de moi,
les rails, les châteaux de bois frais
et la maison sans ville, à peine protégée
par des troupeaux et des pommiers au parfum ineffable,
je vécus, mince enfant à la forme pâlotte,
en m’imprégnant de forêts vides et d’entrepôts.

Chant général, 1977. Éditions Gallimard (Traduction de Claude Couffon).

XV Yo soy

III. La casa

Mi casa, las paredes cuya madera fresca,
recién cortada, huele aún: destartalada
casa de la frontera, que crujía
a cada paso, y silbaba con el viento de guerra
del tiempo austral, haciéndose elemento
de tempestad, ave desconocida
bajo cuyas heladas plumas creció mi canto.
Vi sombras, rostros que como plantas
en torno a mis raíces crecieron, deudos
que cantaban tonadas a la sombra de un árbol
y disparaban entre los caballos mojados,
mujeres escondidas en la sombra
que dejaban las torres masculinas,
galopes que azotaban la luz,
enrarecidas
noches de cólera, perros que ladraban.
Mi padre, con el alba oscura
de la tierra, hacia qué perdidos archipiélagos
en sus trenes que aullaban se deslizó?
Más tarde amé el olor del carbón en el humo,
los aceites, los ejes de precisión helada,
y el grave tren cruzando el invierno extendido
sobre la tierra,como una oruga orgullosa.
De pronto trepidaron las puertas.
Es mi padre.
Lo rodean los centuriones del camino:
ferroviarios envueltos en sus mantas mojadas,
el vapor y la lluvia con ellos revistieron
la casa, el comedor se llenó de relatos
enronquecidos, los vasos se vertieron,
y hasta mí, de los seres, como una separada
barrera, en que vivían los dolores,
llegaron las congojas, las ceñudas
cicatrices, los hombres sin dinero,
la garra mineral de la pobreza.

Canto general, 1950.

XV. Je suis

III. La maison

Ma maison et ses murs de planches fraîches
dont je sens encor le parfum; branlante et biscornue
maison de la frontière qui craquait
à chaque pas, et où sifflait le vent de guerre
du temps austral, maison qui devenait alors
élément de tempête ou oiseau inconnu
aux plumes glacées sous lesquelles grandissait mon chant.
Je vis des ombres, des visages qui poussèrent
comme des plantes autour de mes racines, des parents
qui fredonnaient sous les grands arbres et qui tiraient
des coups de feu au milieu des chevaux mouillés,
des femmes qui, cachées dans l’ombre,
délaissaient les tours masculines,
des galops qui fouettaient le jour,
des nuits
coléreuses et sans air, des chiens qui aboyaient.
Avec l’aube, mon père, sur la terre enténébrée,
se faufilait dans ses trains qui hurlaient.
Vers quels archipels oubliés?
Plus tard j’ai aimé l’odeur du charbon dans la fumée,
les huiles, les essieux, leur précision glacée,
l’hiver allongé sur la terre.
Soudain les portes ont trépidé.
Voici mon père
entouré de ses centurions: les cheminots,
ils sont enveloppés dans leurs couvertures trempées,
la vapeur et la pluie avec eux ont vêtu
la maison, dans la salle à manger, leurs récits
foisonnent et s’enrouent, les verres se répandent,
et de ces êtres, jusqu’à moi, comme d’une barrière
écartée, où nichaient, où vivaient les douleurs,
sont arrivés les angoisses, les cicatrices
taciturnes, les hommes sans argent,
la griffe minérale de la pauvreté.

Chant général, 1977. Éditions Gallimard (Traduction de Claude Couffon).

Pablo Neruda II

Parral, pueblo en el que nació Pablo Neruda.

Pablo Neruda, né le 12 juillet 1904 à Parral (province de Linares) dans le sud du Chili, perd sa mère, Rosa Neftalí Basoalto Opazo deux mois après sa naissance. Son père, José del Carmen Reyes Morales (1872-1938) s’installe à Temuco, capitale de la région d’Araucanie et de la province de Cautín en 1905 et se remarie en 1906 avec doña Trinidad Candia Malverde (La mamadre) (1869-1938). Il évoque cette belle figure dans son autobiographie en vers, Memorial de Isla Negra (1964).

Trinidad Candia Malverde. 1927.

La mamadre


La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
de sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita
menuda y apagándose,
encendiéndose
para que todos vean el camino.

Oh dulce mamadre
—nunca pude
decir madrastra—,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro
de la casa
y tu humildad ubicua
desgranando
el áspero
cereal de la pobreza
como si hubieras ido
repartiendo
un río de diamantes.

Ay mamá, cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía
yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura,
al pequeño ataúd
donde por vez primera estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco.

Memorial de Isla Negra, 1966.

Temuco (Chile). Arrayán (Luma apiculata), appelé aussi arrayán chileno.

Pablo Neruda I

Pablo Neruda

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda) est né le 12 juillet 1904 à Parral (province de Linares) dans le sud du Chili. Sa mère, Rosa Neftalí Basoalto Opazo, institutrice, meurt de tuberculose deux mois après sa naissance. Son père, José del Carmen Reyes Morales, est employé des chemins de fer chiliens.

La famille s’installe à Temuco, capitale de la région d’Araucanie et de la province de Cautín, à 670 km de Santiago en 1905. Le jeune Ricardo y passe son enfance. Son père se remarie en 1906 en secondes noces avec doña Trinidad Candia Malverde (La mamadre).

«Mi infancia son zapatos mojados, troncos rotos
caídos en la selva, devorados por lianas
y escarabajos, dulces días sobre la avena,
y la barba dorada de mi padre saliendo
hacia la majestad de los ferrocarriles. » (Canto general, 1950)

«J’eus pour enfance des souliers mouillés, des troncs brisés
tombés dans la forêt, dévorés par les lianes
et les scarabées, j’eus des journées douces sur l’avoine
et la barbe dorée de mon père partant
pour la majesté des chemins de fer. » (Chant général, 1977 pour la traduction française de Claude Couffon, Editions Gallimard)

Il aurait choisi en 1920 son nom de plume après la lecture des Contes de Mala Strana de l’écrivain et poète tchèque Jan Neruda (1834-1891 (le patronyme Neruda signifiant en tchèque «pas de la famille»).

En 1924, il publie Vingt poèmes d’amour et une chanson désespérée (Veinte poemas de amor y una canción desesperada). En 1927, il devient diplomate, consul ad honorem à Rangoon. Il commence à rédiger le recueil Résidence sur la terre (Residencia en la tierra), publié en septembre 1935 à Madrid.

À partir de 1935, il est consul en Espagne où il entretient des relations amicales avec Federico García Lorca qu’il avait connu à Buenos Aires en octobre 1933 et les poètes de la génération de 1927. Il s’installe à Madrid dans la «Maison des fleurs», dans le quartier d’Argüelles.

En 1939, il organise l’immigration au Chili de plus de 2 000 républicains espagnols à bord du Winnipeg.

Après Gabriela Mistral en 1945 et Miguel Ángel Asturias en 1967, Pablo Neruda devient le troisième écrivain d’Amérique latine à obtenir le prix Nobel de littérature le 21 octobre 1971.

Le coup d’État du 11 septembre 1973 au Chili renverse le président Salvador Allende. La maison de Pablo Neruda à Santiago est saccagée et ses livres brûlés. Le poète meurt le 23 septembre 1973 à la clinique Santa María de Santiago, officiellement d’un cancer de la prostate. L’inhumation de son corps, transporté depuis sa maison saccagée jusqu’au cimetière central de Santiago, devient, malgré la surveillance policière, la première manifestation publique de protestation contre la junte militaire dirigée par Augusto Pinochet.

Madrid, Casa de las Flores.

Rafael Alberti

Rafael Alberti.

Elegía

La niña rosa, sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
abierto, un atlas.

¡Cómo la miraba yo
viajar, desde mi balcón!
Su dedo, blanco velero,
desde las islas Canarias
iba a morir al mar Negro.

¡Cómo lo miraba yo
morir, desde mi balcón!.

La niña, rosa sentada.
Sobre su falda,
como una flor,
cerrado, un atlas.

Por el mar de la tarde
van las nubes llorando
rojas islas de sangre.

Marinero en tierra, 1924.

El poema tiene una historia curiosa. Rafael Alberti habla en sus memorias (La arboleda perdida, 1959) de “una niña de doce o trece años, a quien en los largos primeros meses de mi enfermedad [una afección pulmonar padecida a los 18 años] contemplaba abstraída ante un atlas geográfico tras los cristales encendidos de su ventana. Desde la mía, sólo un piso más alta, veía cómo su dedo viajaba lentamente por los mares azules…”. Y añade: “Ella fue mi callado consuelo durante muchos atardeceres”. “Esta pura y primitiva imagen… me acompañó por largo tiempo, llegando a penetrar hasta en canciones de mi Marinero en tierra…”. Pero la niña no murió; simplemente, se hizo mayor y salió de la vida del poeta, quien afirma: “se me borró del todo, muriéndoseme verdaderamente”. Como puede verse, Elegía constituye, pues, una transformación de aquel recuerdo en poesía.

Esa afección pulmonar le obligó al joven poeta a desplazarse a la localidad segoviana de San Rafael, en la sierra de Guadarrama. En el retiro, comenzó a trabajar los versos que luego formarían Marinero en tierra.

(Merci à Catherine I. de m’avoir rappelé ce poème)

Antonio Machado

Antonio Machado 1925. (Leandro Oroz Lacalle).

Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, 1936.

«Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.»

«Es muy posible que, entre nosotros, el saber universitario no pueda competir con el folklore, con el saber popular. El pueblo sabe más, y sobre todo, mejor que nosotros. El hombre que sabe hacer algo de un modo perfecto –un zapato, un sombrero, una guitarra, un ladrillo– no es nunca un trabajador inconsciente, que ajusta su labor a viejas fórmulas y recetas, sino un artista que pone toda su alma en cada momento de su trabajo. A este hombre no es fácil engañarle con cosas mal sabidas o hechas a desgana.»

«Cuando se ponga de moda el hablar claro, ¡veremos!, como dicen en Aragón. Veremos lo que pasa cuando lo distinguido, lo aristocrático y lo verdaderamente hazañoso sea hacerse comprender de todo el mundo, sin decir demasiadas tonterías. Acaso veamos entonces que son muy pocos en el mundo los que pueden hablar, y menos todavía los que logran hacerse oír.»

Juan de Mairena. Traduit de l’espagnol par Marguerite Léon. Préface de Jean Cassou.
Collection Les Essais (n° 75), Gallimard. Parution : 30-08-1955

Jorge Luis Borges e Islandia

Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.

Adolfo Bioy Casares, Borges, Editorial Destino, 2006.

«BORGES: Un viaje es una serie de incomodidades.
BIOY: Sí, pero son incomodidades que se transforman en buenos recuerdos. No se puede pedir nada más que buenos recuerdos.
BORGES: Es cierto. Hay que pedir un buen pasado. Lo único a que puede un hombre aspirar es a un buen pasado. No: quizá también se pueda aspirar a un buen futuro. Lo que es imposible es un buen presente. El que pide un buen presente no tiene noción de la realidad.»

Jorge Luis Borges sentía una misteriosa fascinación por Islandia. Visitó el país tres veces: en 1971, 1976 y 1982. Se casó con María Kodama bajo el culto de los dioses paganos Odin y Thor y oficialmente en abril de 1986. Falleció en Ginebra dos meses más tarde el 14 de junio de 1986. Tenía 86 años.

Cita con Maria Kodama. Entrevista (Clarín, 31/07/2016)

“–En el libro usted habla del amor que Borges sentía aunque no lo decía “hasta que me lo reveló en Islandia”. ¿Qué pasó en Islandia?
Y es aquí cuando María Kodama más se sonroja y se ríe.
–Islandia fue el principio de una relación de amor muy especial entre él y yo. Se manifiesta en Islandia porque ir allí fue la materialización de una historia que venía de antes.
–¿Hasta ese momento usted era sólo una discípula?
–No, mucho mucho antes era una discípula… Pero en términos literarios estaba muy bien que fuera en Islandia.”

Lápida de Borges. Cementerio de Plainpalais, Ginebra, Suiza.

Borges está enterrado en el cementerio de Plainpalais de Ginebra. En la lápida de su tumba aparece tallada la imagen de siete guerreros que blanden sus armas. Y, debajo, una frase en anglosajón (inglés antiguo) que pertenece a un antiguo poema que conmemora la batalla de Maldon, ocurrida en el año 991, en el que un ejército sajón debió enfrentar a una horda de vikingos. La frase es AND NE FORTHEDON NA, “y que no temieran”, parte de la arenga que el líder sajón dio a sus hombres antes de la batalla: les dijo que no temieran ante la muerte, y que tuvieran coraje.

En el reverso está también tallada una frase: “Hann tekr sverðit Gram ok leggr í meðal þeira bert”, que proviene de la Völsunga saga, una serie de relatos escrita en el siglo XIII (su padre, Jorge Guillermo Borges 1874 – 1938, se la regaló en inglés cuando era un adolescente). Significa: “Él tomó la espada Gram y la colocó entre ellos desenvainada”. Es a su vez el epígrafe de un cuento de Borges, “Ulrica“, incluido en El libro de arena (1975), único relato de amor del autor y cuyo protagonista se llama Javier Otálora. Debajo hay una talla de un barco que fue tomado de una piedra vikinga. Ese barco simboliza la eternidad y el viaje final del hombre. y bajo ésta se puede ver una tercera inscripción: «De Ulrica a Javier Otárola», lo que permite interpretar esta última inscripción como una dedicatoria de María Kodama a Jorge Luis Borges. La segunda mujer del escritor argentino encargó la talla de la lápida al escultor argentino Eduardo Longato.

Lápida de Borges. Cementerio de Plainpalais, Ginebra, Suiza.

Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges en Madrid en 1980 (Antonio Suárez).

A Islandia

De las regiones de la hermosa tierra
que mi carne y su sombra han fatigado
eres la más remota y la más íntima,
Última Thule, Islandia de las naves,
Del terco arado y del constante remo,
de las tendidas redes marineras,
de esa curiosa luz de tarde inmóvil
que efunde el vago cielo desde el alba
y del viento que busca los perdidos
Velámenes del viking. Tierra sacra
que fuiste la memoria de Germania
y rescataste su mitología
de una selva de hierro y de su lobo
y de la nave que los dioses temen,
labrada con las uñas de los muertos.
Islandia, te he soñado largamente
desde aquella mañana en que mi padre
le dio al niño que he sido y que no ha muerto
una versión de la Völsunga Saga
que ahora está descifrando mi penumbra
con la ayuda del lento diccionario.
Cuando el cuerpo se cansa de su hombre,
cuando el fuego declina y ya es ceniza,
bien está el resignado aprendizaje
de una empresa infinita; yo he elegido
el de tu lengua, ese latín del Norte
que abarcó las estepas y los mares
de un hemisferio y resonó en Bizancio
y en las márgenes vírgenes de América.
Sé que no lo sabré, pero me esperan
los eventuales dones de la busca,
no el fruto sabiamente inalcanzable.
Lo mismo sentirán quienes indagan
los astros o la serie de los números…
Sólo el amor, el ignorante amor, Islandia.

El oro de los tigres, 1972.

A l’Islande

De tous les pays de ce monde de beauté
que lassèrent ma chair et l’ombre de ma chair
nul n’est plus près du fond intime de mon coeur
que toi, Thulé dernière, Islande des vaisseaux,
de la constante rame et du soc obstiné,
des filets de pêcheur tendus comme des murs,
de cette étrange lumière de soir figé
qu’épand le vague ciel entre deux lentes nuits,
du vent qui cherche les voilures égarées
du Viking; terre sainte à qui la Germanie
dut sa mémoire, dut le rachat de ses mythes,
dut ta forêt de fer et son loup et la nef
faite d’ongles de morts, horrible aux dieux eux-mêmes.
Islande, j’ai rêvé de toi bien longuement
depuis ce vieux matin où mon père donna
à l’enfant que j’étais et que je suis encore
une version de la Völsunga Saga;
ma pénombre aujourd’hui s’attaque au texte même
non sans l’aide parfois du lent dictionnaire.
Un jour vient où le corps se lasse de son homme,
un jour vient où le feu décline et devient cendre;
heureux alors l’apprentissage résigné
d’une science interminable. J’ai choisi
ta langue, ce latin du Nord qui domina
les steppes et les océans d’un hémisphère,
qu’entendirent Byzance et la vierge Amérique.
Vraiment la posséder, je m’en sais incapable,
mais les dons hasardeux de la quête m’attendent;
j’en oublierai le fruit doctement défendu.
Font-ils mieux, les chercheurs d’étoiles ou de nombres?
Islande, à toi l’amour, seul l’ignorant amour.

L’or des tigres. 1976. Editions Gallimard. Mis en vers français par Ibarra.

Islandia

Qué dicha para todos los hombres,
Islandia de los mares, que existas.
Islandia de la nieve silenciosa y del agua ferviente.
Islandia de la noche que se aboveda
sobre la vigilia y el sueño.
Isla del día blanco que regresa,
joven y mortal como Baldr.
Fría rosa, isla secreta
que fuiste la memoria de Germania
y salvaste para nosotros
su apagada, enterrada mitología,
el anillo que engendra nueve anillos,
los altos lobos de la selva de hierro
que devorarán la luna y el sol,
la nave que Alguien o Algo construye
con uñas de los muertos.
Islandia de los cráteres que esperan,
y de las tranquilas majadas.
Islandia de las tardes inmóviles
y de los hombres fuertes
que son ahora marineros y barqueros y párrocos
y que ayer descubrieron un continente.
Isla de los caballos de larga crin
que engendran sobre el pasto y la lava,
isla del agua llena de monedas
y de no saciada esperanza.
Islandia de la espada y de la runa,
Islandia de la gran memoria cóncava
que no es una nostalgia.

Historia de la noche, 1977.

Islande

Quelle joie pour tous les hommes,
Islande des mers, que tu existes.
Islande de la neige silencieuse et de l’eau fervente.
Islande de la nuit comme une voûte
sur la veille et le sommeil.
Islande du jour blanc qui revient,
jeune et mortel comme Baldr.
Froide rose, île secrète
qui fus la mémoire de Germanie
et préservas pour nous
sa mythologie éteinte, enterrée,
l’anneau qui engendre neuf anneaux,
les grands loups de la forêt de fer
qui dévoreront le lune et le soleil,
la nef que Quelqu’un ou Quelque chose construit
avec des ongles de morts.
Islande des cratères qui attendent,
et des tranquilles troupeaux de brebis.
Islande des soirs immobiles
et des hommes forts
qui sont maintenant matelots et bateliers et paroissiens
et qui hier découvrirent un continent.
Islande des chevaux à longs crins
qui engendrent sur l’herbe et la lave,
île à l’eau pleine de monnaies
et à l’espoir non rassasié.
Islande de l’épée et de la rune,
Islande de la grande mémoire concave
qui n’est pas une nostalgie.

Histoire de la nuit, 1977. Mis en vers français par Ibarra. Éditions Gallimard, 1983.