Federico García Lorca

Federico García Lorca (David Seymour (Chim) près de la Plaza Mayor de Madrid. Juillet 1936.

Le recueil Poeta en Nueva York (Poète à New York) de Federico García Lorca a été publié il y a 80 ans, quatre ans après son assassinat. Deux éditions différentes sont parues en 1940, une bilingue préparée par Rolfe Humphries chez Norton, et une espagnole préparée par José Bergamín chez Séneca. Tous deux avaient eu recours à des versions manuscrites. Les différences entre les versions des poèmes ont entraîné plusieurs éditions différentes du recueil. García Lorca a vécu à New York du 25 juin 1929 au 4 mars 1930. Il partit ensuite vers Cuba où il resta trois mois. Ce livre est un des sommets de la poésie espagnole.

Ciudad sin sueño
(Nocturno del Brooklyn Bridge)

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.

No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño:
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros.

Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua.

¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!
Hay un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas encendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.

Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes,
abrid los escotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

Poeta en Nueva York, 1940.

Ville sans sommeil

(Nocturne de Brooklyn Bridge)

Personne ne dort dans le ciel. Personne, personne.
Personne ne dort.
Les créatures de la lune flairent et rôdent autour de leurs cabanes.
Viendront les iguanes vivants mordre les hommes qui ne rêvent pas
et celui qui fuit, le coeur brisé, trouvera aux coins des rues
l’incroyable crocodile tranquille sous la tendre protestation des astres.

Personne ne dort dans le monde. Personne, personne.
Personne ne dort.
Il y a un mort au cimetière le plus lointain,
qui se plaint trois ans
parce qu’il a un paysage sec dans un genou;
et l’enfant qu’on a enterré ce matin pleurait si fort
qu’il fallut appeler les chiens pour le faire taire.

La vie nest pas un songe. Alerte! Alerte! Alerte!
Nous roulons au bas des escaliers pour manger la terre humide
ou nous montons au fil de la neige avec le choeur des dahlias morts.
Mais il n’y a oubli ni songe:
chair vive. Les baisers lient les bouches
dans une broussaille de veines récentes
et qui a mal à son mal aura mal sans repos
et qui a peur de la mort la portera sur ses épaules.

Un jour
les chevaux vivront dans les tavernes
et les fourmis furieuses
attaqueront les ciels jaunes qui se réfugient aux yeux des vaches.
Un autre jour
nous verrons la résurection des papillons disséqués
et même en marchant dans un paysage d’éponges grises et de bateaux muets
nous verrons briller notre anneau et sourdre des roses de notre langue.
Alerte! Alerte! Alerte!
ceux qui gardent encore trace des griffes et de l’averse,
ce garçon qui pleure parcequ’il ignore l’invention du pont
ou ce mort qui n’a plus que la tête et un soulier,
où attend la denture de l’ours,
où attend la main momifiée de l’enfant
et où la peau du chameau se hérisse dans un frisson bleu.

Personne ne dort dans le ciel. Personne, personne.
Personne ne dort.
Mais si quelqu’un ferme les yeux,
fouettez le mes fils, fouettez le!
Qu’il y ait un panorama d’yeux ouverts
et de plaies amères enflammées.
Personne ne dort par le monde. Personne, personne.
Je l’ai déjà dit.
Personne ne dort.

Mais si quelqu’un, la nuit, a trop de mousse aux tempes,
ouvrez les écoutilles afin qu’il voie sous la lune
les fausses coupes, le poison et la tête de mort des théâtres.

Poète à New York.

Juan Rulfo – Elena Poniatowska

Ciudad de México. Parque Juan Rulfo. Busto de Juan Rulfo.

http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/files/journals/1/articles/17982/public/17982-34189-1-PB.pdf

Dans ce texte d’Elena Poniatowska (El escritor en llamas), publié par la Revista de la Universidad de México, on retrouve cette déclaration de Juan Rulfo faite à la journaliste et romancière mexicaine de nombreuses années auparavant. Elle est significative de la personnalité du grand écrivain mexicain, auteur de deux livres marquants de la littérature hispanoaméricaine El llano en llamas (1953) et Pedro Páramo (1955).

«Yo vivo muy encerrado, siempre muy encerrado. Voy de aquí a mi oficina y párale de contar. Yo me la vivo angustiado. Yo soy un hombre muy solo, solo entre los demás. Con la única que platico es con mi soledad. Vivo en la soledad. Ya sé que todos los hombres están solos, pero yo más. Me sentí más solo que nadie cuando llegué a la ciudad de Méjico y nadie hablaba conmigo, y desde entonces la soledad no me ha abandonado. Mi abuela no hablaba con nadie, esta costumbre de hablar es del Distrito Federal, no del campo. En mi casa no hablamos, nadie habla con nadie, ni yo con Clara, ni ella conmigo, ni mis hijos tampoco, nadie habla, eso no se usa, además yo, ni quiero comunicarme, lo que quiero es explicarme lo que sucede y todos los días dialogo conmigo mismo, mientras cruzo las calles para ir a pie al Instituto Nacional Indigenista, voy dialogando conmigo sólo para desahogarme. No me gusta hablar con nadie.»

Elena Poniatowska. Prix Cervantes 2013.

Juan Ramón Jiménez

Retrato de Juan Ramón Jiménez (Daniel Vázquez Díaz), 1916.

En tren

                 I

El tren arranca lentamente…
una opaca, doliente y suave claridad,
perdido entre las gasas azules de la aurora…

Se ven calles sin nadie, con las puertas cerradas,
un reloj da una hora desierta y melancólica,
y, en una pared última, cerca del llano verde,
vacila, polvorienta, una triste farola…

Llovizna…Algunas gotas mueren en el cristal…
Los molinos de viento son vagamente rosas…
Huye más el paisaje… y la ciudad se pierde
allá en el campo inmenso, que un sol difícil dora…

…Desde el lecho, abrazados, sin nostaljia y sin frío,
fundiendo en una sola las ascuas de sus bocas,
dos amantes habrán oído, como en sueños,
este tren lento, lleno de cansancio y de sombra…

Melancolía, 1910-11. Publicado en 1912.

Luis Cernuda

Retrato de Luis Cernuda (Eduardo Arroyo né le 26 février 1937 à Madrid et mort le 14 octobre 2018 dans la même ville)

La luz

Cuando aquellas mañanas tu cuerpo se tendía desnudo bajo el cielo, una fuerza conjunta, etérea y animal, sutilización y exaltación de la pesadez humana por virtud de la luz, iba penetrándole con violencia irresistible. Con su presencia se acallaban los poderes elementales de que el cuerpo es cifra, el agua, el aire, la tierra, el fuego, abrazados entonces en proporción y armonía perfectas. Toda forma parecía recogerse bajo el nombre y todo nombre suscitar la forma, con aquella exactitud prístina de una creación: lo exterior y lo interior se correspondían y ajustaban como entre los amantes el deseo del uno a la entrega del otro. Y tu cuerpo escuchaba la luz.
Si algo puede atestiguar en esta tierra la existencia de un poder divino, es la luz; y un instinto remoto lleva al hombre a reconocer por ella esa divinidad posible, aunque el fundamental sosiego que la luz difunde traiga consigo angustia fundadamental equivalente ya que en definitiva la muerte aparece entonces como la privación de la luz.
Mas siendo Dios la luz, el conocimiento imperfecto de ella que a través del cuerpo obtiene el espíritu en esta vida. ¿No ha de perfeccionarse en Dios a través de la muerte? Como los objetos puestos al fuego se consumen, tranformándose en llama ellos mismos, así el cuerpo en la muerte, para transformarse en luz e incorporarse a la luz que es Dios, donde no habrá ya alteración de luz y sombra, sino luz total e infalible. Y cuando así no sea, aun tu cuerpo desnudo al sol de esta tierra recogió y atesoró por su seno oscuro, en consolación desesperada, partículas suficientes de aquella divinidad ilusoria, hasta iluminar con ellas la muerte, si ésta ha de ser para el hombre definitiva.

(écrit entre 1942 y 1949, publié en 1963)

Ocnos, 1942. 1949. 1963.

Dans ce texte apparaît bien le sentiment religieux chez Luis Cernuda. La vision poétique s’identifie à la lumière. Le recueillement, la contemplation sont indispensables et renvoient à la poésie mystique. Unité, séparation, reconnaissance. Le poète cubain José Lezama Lima dit:

“La luz es el primer animal visible de lo invisible.
Es la luz que se manifiesta,
la evidencia como un brazo
que penetra en el pez de la noche.”

Las siete alegorías in Fragmentos a su imán 1977.

Merci à Laura R. qui m’ a rappelé ce texte.

Luis Cernuda

Luis Cernuda.

Luis Cernuda écrit ce poème le 6 juillet 1929 à Madrid. Il figure dans la célèbre anthologie de Gerardo Diego. Poesía española: antología 1915-1931. Madrid, 1932. Anaphores et anadiploses…

“Quelle est cette langueur
Qui pénètre mon coeur ?”

Estoy cansado

Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.

Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.

Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.

Un río, un amor, 1929.

Luis Cernuda

Luis Cernuda. Ayamonte (Huelva). 1934.

Ce poème fait partie du recueil Los placeres prohibidos qui ne sera publié pour la première fois qu’en 1936 dans La Realidad y el Deseo. Cette oeuvre est le produit d’une période de production intense à Madrid en avril, mai et juin 1931. Elle correspond à la chute de la monarchie d’Alfonso XIII et à la proclamation de la République. L’allusion à “la araña de la razón” fait référence à Friedrich Nietzsche.

Ainsi parlait Zarathoustra. 1883-85. Traduction Henri Albert . Le Mercure de France.1903. Troisième partie: Avant le lever du soleil.
« J’ai mis en place de cette volonté, cette pétulance et cette folie, lorsque j’ai enseigné: «Une chose est impossible partout – et cette chose est le sens raisonnable! »
Un peu de raison cependant, un grain de sagesse, dispersé d’étoile en étoile, – ce levain est mêlé à toutes choses: c’est à cause de la folie que la sagesse est mêlée à toutes choses!
Un peu de sagesse est possible; mais j’ai trouvé dans toutes choses cette certitude bienheureuse: elles préfèrent danser sur les pieds du hasard.
Ô ciel au-dessus de moi, ciel pur et haut! Ceci est maintenant pour moi ta pureté qu’il n’existe pas d’éternelle araignée et de toile d’araignée de la raison: –
– que tu es un lieu de danse pour les hasards divins, que tu es une table divine pour le jeu de dés et les joueurs divins! – »

Telarañas cuelgan de la razón

Telarañas cuelgan de la razón
En un paisaje de ceniza absorta;
Ha pasado el huracán de amor,
Ya ningún pájaro queda.

Tampoco ninguna hoja,
Todas van lejos, como gotas de agua
De un mar cuando se seca,
Cuando no hay ya lágrimas bastantes,
Porque alguien, cruel como un día de sol en primavera,
Con su sola presencia ha dividido en dos un cuerpo.

Ahora hace falta recoger los trozos de prudencia,
Aunque siempre nos falte alguno;
Recoger la vida vacía
Y caminar esperando que lentamente se llene,
Si es posible, otra vez, como antes,
De sueños desconocidos y deseos invisibles.

Tú nada sabes de ello,
Tú estás allá, cruel como el día;
El día, esa luz que abraza estrechamente un triste muro,
Un muro, ¿no comprendes?,
Un muro frente al cuál estoy sólo.

Abril de 1931.
Los placeres prohibidos, 1931.

Des fils d’araignée couvrent la raison

Des fils d’araignée couvrent la raison,
Méditative dans un décor de cendres;
L’ouragan de l’amour est passé,
Il ne reste aucun oiseau.

Et plus aucune feuille,
Elles s’en vont, comme des gouttes d’eau
D’une mer qui s’assèche,
Quand il ne reste plus assez de larmes,
Car un être, cruel comme un jour de printemps ensoleillé,
Par sa seule présence, a divisé un corps en deux.

Il faudra maintenant rassembler les morceaux de prudence,
Il en manque toujours un;
Rassembler l’existence vide
Et marcher avec l’espoir qu’un jour elle se remplisse,
À nouveau, comme avant, si possible,
De rêveries inconnues et de désirs invisibles.

Mais toi, tu n’en sais rien,
Tu es loin, cruel comme le jour;
Le jour, lumière qui étreint étroitement un triste mur,
Un mur, le comprends-tu?
Un mur devant lequel je suis seul.

Les plaisirs interdits. Presse Sorbonne Nouvelle. 2010. Traduction: Françoise ÉTIENVRE, Serge SALAÜN, Zoraida CARANDELL, Laurie-Anne LAGET, Melissa LECOINTRE.

Luis de Góngora

Portrait de Luis de Góngora y Argote (Diego Velázquez) 1622. Boston, Musée des Beaux-Arts.

Philippe C. a publié aujourd’hui sur Facebook Inscripción para el sepulcro de Dominico Greco que Jean Cassou considérait comme un des plus beaux sonnets du poète andalou. on peut retrouver son article publié dans Le Mercure de France en 1924. Il tenait dans cette revue, environ une fois par mois, la rubrique des Lettres espagnoles.

http://viedelabrochure.canalblog.com/archives/2018/06/21/36505347.html?fbclid=IwAR1LllvsFc8RXQTlOEgDuBE_Z2arlgcGj4DSVRfUgIGa1u7HxwWc41nSAJw

il insistait aussi sur la richesse et la diversité de la poésie de Luis de Góngora y Argote (1561-1627). On trouve aussi dans son oeuvre des élégies d’un ton simplement populaire. Ainsi, le premier disque de Paco Ibáñez était dédié à deux monuments de la poésie andalouse: Luis de Góngora y Federico García Lorca. Il y a longtemps déjà, nous écoutions La más bella niña.

1580

La más bella niña
de nuestro lugar,
hoy viuda y sola,
ayer por casar,
viendo que sus ojos
a la guerra van,
a su madre dice
que escucha su mal:
dejadme llorar
orillas del mar.

Pues me distes, madre,
en tan tierna edad
tan corto el placer,
tan largo el pesar,
y me cautivastes
de quien hoy se va
y lleva las llaves
de mi libertad:
dejadme llorar
orillas del mar.

En llorar conviertan
mis ojos de hoy más,
el sabroso oficio
del dulce mirar,
pues que no se pueden
mejor ocupar
yéndose a la guerra
quien era mi paz.
dejadme llorar
orillas del mar.

No me pongáis freno
ni queráis culpar;
que lo uno es justo,
lo otro por demás.
Si me queréis bien,
no me hagáis mal;
harto peor fue
morir y callar:
dejadme llorar
orillas del mar.

Dulce madre mía,
¿quién no llorará,
aunque tenga el pecho
como un pedernal,
y no dará voces
viendo marchitar
los más verdes años
de mi mocedad?
Dejadme llorar
orillas del mar.

Váyanse las noches,
pues ido se han
los ojos que hacían
los míos velar;
váyanse y no vean
tanta soledad,
después que en mi lecho
sobra la mita:
dejadme llorar
orillas del mar.

https://www.youtube.com/watch?v=t5m9Pov0i0o

Ce poème de Góngora est une réélaboration d’un romance primitif. Il fait probablement aussi référence aux levées de troupes qui se eurent lieu au moment de la Guerre des Alpujarras entre 1568 et 1571. La population morisque grenadine s’était soulevée pour protester contre la sanction pragmatique de 1567 qui portait atteinte à sa liberté religieuse.

Carlos Pezoa Véliz – Roberto Bolaño

Carlos Pezoa Véliz. Vers 1905.

Le poète et journaliste chilien , anarchiste et autodidacte, Carlos Pezoa Véliz, de son vrai nom Carlos Enrique Moyano Jaña, est né à Santiago le 21 juillet 1879.

Il est très gravement blessé aux jambes lors du terrible tremblement de terre qui secoue Valparaíso le 16 août 1906 et cause 3000 morts et 20 000 blessés. Les murs de la pension où il habite à Viña del Mar s’écroulent sur lui. Il fait de longs séjours dans les hôpitaux de Santiago et meurt, à 28 ans, le 21 avril 1908 de tuberculose. Son œuvre complète est éditée en 1927 sous le titre de Poesías y prosas completas (Editorial Renacimiento). On retrouve un peu l’influence de sa poésie rebelle, ironique et populaire chez Nicanor Parra. Roberto Bolaño pensait que le poème Tarde en el hospital méritait de figurer dans une anthologie de la mélancolie latinoaméricaine (voir son article La poesía chilena y la intemperie. Numero Chile de la revue Litoral. Poesía contemporánea con una mirada al arte actual (número 223-224. 1999). Cette revue, encore bien vivante, a été fondée à Málaga en 1926 par les poètes Emilio Prados et Manuel Altolaguirre.

Tarde en el hospital

Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia:
llueve…

Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.

Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado:
llueve…

Entonces, muerto de angustia
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.

1907.

Litoral. Número 223-224. 1999.

César Vallejo

Étang du Maubuée l’hiver.

César Vallejo, un de mes poètes préférés, toutes langues confondues. J’aimerais me promener au bord de la Marne.

El libro de la naturaleza

Profesor de sollozo – he dicho a un árbol –
palo de azogue, tilo
rumoreante, a la orilla del Mame, un buen alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
entre el agua evidente y el sol falso,
su tres de copas, su caballo de oros.

Rector de los capítulos del cielo,
de la mosca ardiente, de la calma manual que hay en los asnos;
rector de honda ignorancia, un mal alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
el hambre de razón que le enloquece
y la sed de demencia que le aloca.

Técnico en gritos, árbol consciente, fuerte,
fluvial, doble, solar, doble, fanático,
conocedor de rosas cardinales, totalmente
metido, hasta hacer sangre, en aguijones, un alumno
leyendo va en tu naipe, en tu hojarasca,
su rey precoz, telúrico, volcánico, de espadas.

¡Oh profesor, de haber tánto ignorado!
¡oh rector, de temblar tánto en el aire!
¡oh técnico, de tánto que te inclinas!
¡Oh tilo! ¡oh palo rumoroso junto al Marne!

21 de octubre de 1937.
Poemas humanos. (1923-1938)

Max Aub – Juan Ramón Jiménez

Max Aub en su despacho de Radio UNAM, Universidad Nacional Autónoma de México, 1962 (Ricardo Salazar)

41 jours de confinement. Je range ma bibliothèque principale. Je retrouve certains livres, délaissés depuis longtemps. Cuerpos presentes de Max Aub. Biblioteca “Max Aub” Fundación Max Aub, 2001. De magnifiques portraits de littérature et de vie. Ceux de Juan Ramón Jiménez et de Luis Cernuda sont à signaler.

J.R.J

” Nunca quise conocerle. Bastábamos los demás; lo que decía de ellos, ellos de él. No le importaban tanto las palabras ajenas como los afectos incondicionales. Además yo tenía por entonces la sospecha de que iba a gustarme la poesía con barba.
Con el tiempo muy pasado, nos escribimos cada vez con mayor cordialidad. Seguía con su manía persecutoria, pero ya no podía ir, por las buenas a su casa.

-¿Vienes?

-No.

Tampoco me pedían explicaciones. Después murieron los dos y algo mío también, y a todos los que les conocieron se les quedó algo muerto dentro.
España fue un país agraciado en el primer tercio del siglo XX; no porque Juan Ramón fuera o no mejor que Eliot o Valéry sino porque uno podía ir o no a su casa o sentarse a perder el tiempo con Valle, con Machado, con Federico o irse a París o quedarse en Madrid para andar y beber con Buñuel, y Dalí era todavía una persona decente. Y Américo Castro y Salinas y Moreno Villa estaban en Medinaceli o en la residencia. Y Ortega daba clases. No es cierto aquello de que «Cualquier tiemo fue mejor». Aquel tiempo, sí.

-¿Vienes?

-No.

O se iba uno a hablar catalán con Rita o López Picó en un café de las Ramblas o al teatro con Canedo.
Hace un tercio de siglo que no he ido a Madrid ni a Barcelona. Sé que rebosan salud y hay de todo en los bares y en las pastelerías, y que puede hablarse sin cuidado tan mal del gobierno como lo hacíamos entonces. Y, sin duda, el Prado sigue siendo el Prado. Pero la cultura no es eso, ni que Valle, Unamuno, Azaña pudieran decir lo que quisieran. Era un aire. Y nadie lo recogió mejor, sin nombrarlo, que Juan Ramón. Todos ellos están mal enterrados, sobre todo, parece mentira, el andaluz universal que debe de llevarse tan mal con muchos del otro mundo como le pasó con algunos de éste.
Hombre difícil de olvidar, sobre todo si no se le conoció, como yo. ¡Qué Juan Ramón aquél ! ¡Qué Juan Ramón éste! ¿Desde cuándo no hubo un poeta como él?”