Raúl Zurita – Pablo Neruda

Raúl Zurita (Boris Herrera Allende).

J’ai lu, il y a quelques jours, sur le journal d’information en ligne El Español, un article plein de paradoxes du polémique et grand poète chilien Raúl Zurita : “ENTREVISTA AL POETA Raúl Zurita: “Soy un comunista en 2020: quiero una revolución y una sociedad sin clases” (27/11/2020)

https://www.elespanol.com/cultura/20201127/raul-zuritasoy-comunista-quiero-revolucion-sociedad-sin/539196123_0.html

Il a reçu en 2020 le Prix Reina Sofía de Poesie Iberoamericaine. C’est un partisan de l’art total. “Zurita realizó variadas acciones utilizando su cuerpo como medio de expresión. El 2 de junio de 1982, su obra creativa da un nuevo paso con el poema La vida nueva, escrito en los cielos de Nueva York, mediante cinco aviones que trazaban las letras con humo blanco y las cuales se recortaban contra el azul del cielo. Esta creación estaba compuesta por quince frases de 7-9 kilómetros de largo cada una, en español. El trabajo fue registrado en vídeo por el artista Juan Downey. Otra acción artística consistió en plasmar en el desierto de Chile la frase “Ni pena ni miedo”, en 1993, cuya fotografía cierra el libro La vida nueva y que por su extensión, 3.140 metros, solo puede ser leída desde lo alto. “

Quelques passages de cet article:

P.- ¿Sigue siendo usted comunista? ¿Se puede ser comunista en 2020?

R.- Soy un comunista en 2020.

El machismo en la poesía
P.- ¿Cree usted que el mundo de la poesía ha sido machista?

R.- ¡Por supuesto que ha habido machismo, no tengo ninguna duda! Ha habido muchas mujeres poetas sobresalientes que han sido apocadas o apartadas definitivamente por ser mujeres. ¡No está tan lejana la época de la quema de brujas…! Sí creo que están en todos los planos y en el artístico también, muy fuerte.

P.- ¿Y si hacemos una revancha histórica?

R.- Bueno, entiendo que puedan querer una revancha histórica, estarían en todo su justo derecho. Ahora, yo creo que el mundo será femenino y masculino o no será. Masculino y femenino con todos los grados que hay entremedio: el mundo tiene que ir con todas las opciones personales, sexuales, políticas… y mientras tú no violentes a otro, está todo bien.

Al poeta le gusta leer a Idea Vilariño. “Es una maravilla. Era tan buena como Onetti y sin embargo ese machismo estuvo ahí…”, resopla, y comienza a recitar en alto su poema más crudo e inolvidable, Ya no: “No te veré morir”, paladea, con cierto desapego. Y rápidamente se repone de la traza de nostalgia: “Pero yo creo que en la gente más joven todo esto está cambiando, ya los tipos comparten lo del lavar los platos, tengo esa sensación”, guiña.

El Neruda violador
Como admira tanto a Neruda, le pregunto por ese episodio sangrante y horrible de su biografía: cuando confesó que había violado a una mujer pobre que ejercía de sirvienta. “Anne Carson dijo algo extremadamente sabio: menos mal que no sabemos nada de la vida personal de Platón. ¡Si ahora prohibimos a Platón se nos cae todo, se nos cae Occidente, lo que estamos hablando ahora…! Sería una confusión tremenda… radical… Neruda fue un violador sin duda y no se jactó, se arrepintió. El tipo lo dijo y se sintió pésimo con la chica de Indonesia. Se sintió lo peor, literalmente, y nunca más. Eso está dicho”, cuenta.

Y continúa: “Yo he vivido en un país y un continente donde la mayor parte de los hijos son producto de violaciones. Del conquistador a la conquistada, del español hacia la india. Neruda es el mejor poeta en lengua castellana para mí. Ahora quieren derribar su nombre y alzar a Gabriela Mistral, que es muy buena, pero no es Neruda. Soy nerudiano. Es un genio. Y si Neruda hubiese sido mujer me hubiese importado un pepino, habría sido una gran poeta igual”, zanja.”

Je reviens donc une fois de plus aux poèmes de Pablo Neruda que je relis ces derniers temps. Pas le Neruda politique, mais le Neruda sceptique, âgé, fatigué. Un Neruda pour temps de pandémie.

Y cuánto vive ?

Cuánto vive el hombre, por fin ?

Vive mil días o uno solo ?

Una semana o varios siglos ?

Por cuánto tiempo muere el hombre ?

Qué quiere decir «Para Siempre» ?

Preocupado por este asunto
me dediqué a aclarar las cosas.

Busqué a los sabios sacerdotes,
los esperé después del rito,
los aceché cuando salían
a visitar a Dios y al Diablo.

Se aburrieron con mis preguntas.
Ellos tampoco sabían mucho,
eran sólo administradores.

Los médicos me recibieron,
entre una consulta y otra,
con un bisturí en cada mano,
saturados de aureomicina,
más ocupados cada dia.
Según supe por lo que hablaban
el problema era como sigue :
nunca murió tanto microbio,
toneladas de ellos caían,
pero los pocos que quedaron
se manifestaban perversos.

Me dejaron tan asustado
que busqué a los enterradores.
Me fui a los ríos donde queman
grandes cadáveres pintados,
pequeños muertos huesudos,
emperadores recubiertos
por escamas aterradoras,
mujeres aplastadas de pronto
por una ráfaga de cólera.
Eran riberas de difuntos
y especialistas cenicientos.

Cuando llegó mi oportunidad
les largué unas cuantas preguntas,
ellos me ofrecieren quemarme :
era todo lo que sabían.

En mi país los enterradores
me contestaron, entre copas:
—« Búscate una moza robusta,
y déjate de tonterías. »

Nunca vi gentes tan alegres.

Cantaban levantando el vino
por la salud y por la muerte.
Eran grandes fornicadores.

Regresé a mi casa más viejo
después de recorrer el mundo.

No le pregunto a nadie nada.

Pero sé cada día menos.

Estravagario, 1958.

Et combien vit-il?

Combien vit l’homme, enfin ?

Vit-il mille jours ou un seul ?

Pour combien de temps l’homme meurt-il ?

Que veut dire « pour toujours » ?

Préoccupé par cette affaire
je me suis consacré à élucider les choses.

J’ai recherché les prêtres savants,
je les ai attendus après le rite,
je les ai guettés lorsqu’ils sortaient
pour rendre visible à Dieu et au Diable.
Ils se lassèrent de mes questions.
Eux non plus ne savaient pas grand-chose,
Ils n’étaient que des administrateurs.
Les médecins me reçurent,
entre une consultation et une autre,
avec un bistouri dans chaque main,
saturés d’auréomycine,
chaque jour plus occupés
Selon ce que j’appris à travers ce qu’ils disaient
le problème était le suivant :
jamais n’est mort tant de microbes
il en tombait des tonnes,
mais le peu qui resta
se révélait pervers.

Ils m’effrayèrent tant
que j’ai cherché les fossoyeurs.
Je partis aux fleuves où ils brûlent
de grands cadavres peints,
de petits morts osseux,
des empereurs recouverts
d’écailles terrifiantes,
des femmes aplaties tout à coup
par une rafale de colère.
C’étaient des rives de défunts
et des spécialistes cendreux.
Quand vint mon tour
je leur posai quelques questions,
ils me proposèrent de me brûler :
c’était tout ce qu’ils savaient.
Dans mon pays les fossoyeurs
me répondirent, entre deux verres :
— « Trouve-toi donc une jeune fille robuste,
et laisse tomber toutes ces sottises. »
Je n’ai jamais vu de gens si joyeux.
Ils chantaient en levant le vin
à la santé et à la mort.
C’étaient de grands fornicateurs.
Je rentrai chez moi plus vieux
après avoir parcouru le monde.
Je ne demande rien à personne.
mais je sais chaque jour moins de choses.

Vaguedivague. Gallimard. 1971. Traduction Guy Suarès.

Jean-Marie Laclavetine évoque la mémoire de son ami, l’homme de théâtre et traducteur Guy Suarès (1932-1996), dans son livre La vie des morts, Gallimard, 2021. ” J’aurais tant voulu qu’il reste longtemps parmi nous. Il me manque. Tu l’aurais aimé. D’abord parce qu’il était d’ascendance hispanique, avait joué et mis en scène Federico García Lorca et Rafael Alberti, connu et traduit Neruda et José Bergamín. et puis, parce qu’il était impossible de ne pas l’aimer, voilà tout. (…) J’ai connu Guy à France Culture. il administrait le bureau de lecture des dramatiques radiopĥoniques. (…) Il avait créé et dirigé entre 1962 et 1971, à la demande d’André Malraux, une compagnie de théâtre, la Comédie de la Loire.” (pages 109-110)

Pablo Neruda II – Jean-Marie Laclavetine

Visite hebdomadaire chez Gibert. J’achète quelques livres dont La vie des morts (Gallimard, 2021) de Jean-Marie Laclavetine. J’avais lu son livre précédent Une amie de la famille (Gallimard, 2019). Le 1 novembre 1968, sur les rochers qui surplombent la Chambre d’Amour à Biarritz, sa sœur aînée Annie avait été emportée par une vague. Elle avait vingt ans, lui quinze. Un demi-siècle plus tard, il a pu évoquer ce jour et partir à la recherche d’Annie. Dans ce nouveau livre, il décide de dire à Annie ce que les vivants lui ont raconté d’elle, de lui montrer à quel point elle est restée présente. « La vie des morts ». Les proches décédés continuent de lui parler.

Deux citations en exergue: Pablo Neruda et Tennesse Williams.

On peut y lire quinze vers du deuxième poème de Vaguedivague (Estravagario).

Pido silencio

Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos.

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raíces preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
por que tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora si quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura:
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.

Estravagario, 1958.

Je demande le silence

Qu’on me laisse tranquille à présent.
Qu’on s’habitue sans moi à présent.

Je vais fermer les yeux.

Et je ne veux que cinq choses,
cinq racines préférées.

L’une est l’amour sans fin.

La seconde est de voir l’automne.
Je ne peux être sans que les feuilles
volent et reviennent à la terre.

La troisième est le grave hiver,
La pluie que j’ai aimé, la caresse
Du feu dans le froid sylvestre.

Quatrièmement l’été
rond comme une pastèque.

La cinquième chose ce sont tes yeux,
ma Mathilde bien aimée,
je ne veux pas dormir sans tes yeux,
je ne veux pas être sans que tu me regardes:
je change le printemps
afin que tu continues à me regarder.

Amis, voilà ce que je veux.
C’est presque rien et c’est presque tout.

A présent si vous le désirez partez.

J’ai tant vécu qu’un jour
vous devrez m’oublier inéluctablement,
vous m’effacerez du tableau :
mon coeur n’a pas de fin.

Mais parce que je demande le silence
ne croyez pas que je vais mourir :
c’est tout le contraire qui m’arrive
il advient que je vais me vivre.
Il advient que je suis et poursuis.

Ne serait-ce donc pas qu’en moi
poussent des céréales,
d’abord les grains qui déchirent
la terre pour voir la lumière,
mais la terre mère est obscure,
et en moi je suis obscur :

Je suis comme un puits dans les eaux
duquel la nuit dépose ses étoiles
et poursuis seul à travers la campagne.

Le fait est que j’ai tant vécu
que je veux vivre encore autant.

je ne me suis jamais senti si vibrant,
je n’ai jamais eu tant de bécots.

A présent, comme toujours, il est tôt.
La lumière vole avec ses abeilles.

Laissez-moi seul avec le jour.
Je demande la permission de naître.

Vaguedivague, Gallimard, 1971. Traduction de Guy Suarès.
Collection Poésie/Gallimard n° 485, 2013.

Santiago de Chile. Quartier Bellavista de la commune de Providencia. La Chascona, maison que Pablo Neruda fit construire pour Matilde Urrutia à partir de 1953. Architecte: Germán Rodríguez Arias. Aujourd’hui siège de la Fondation Pablo Neruda.

Pablo Neruda I

Toujours la mer…

El mar

Necesito del mar porque me enseña :
no sé si aprendo música o conciencia :
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navíos.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.

Lo que antes me enseñó lo guardo ! Es aire,
incesante viento, agua y arena.

Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia :
di mi adhesión al puro movimiento.

Memorial de Isla Negra, 1964.

La mer

J’ai besoin de la mer car elle est ma leçon :
je ne sais si elle m’enseigne la musique ou la conscience :
je ne sais si elle est vague seule ou être profond
ou seulement voix rauque ou bien encore conjecture
éblouissante de navires et de poissons.
Le fait est que même endormi
par tel ou tel art magnétique je circule
dans l’université des vagues.
Il n’y a pas que ces coquillages broyés
comme si une planète tremblante
annonçait une lente mort,
non, avec le fragment je reconstruis le jour,
avec le jet de sel, la stalactite,
et avec une cuillerée de mer, la déesse infinie.

Ce qu’elle m’a appris, je le conserve ! C’est
l’air, le vent incessant, l’eau et le sable.

Cela semble bien peu pour l’homme jeune
qui vint ici vivre avec ses feux et ses flammes,
et pourtant ce pouls qui montait
et descendait à son abîme,
le froid du bleu qui crépitait
et l’effritement de l’étoile,
le tendre éploiement de la vague
qui gaspille la neige avec l’écume,
le pouvoir paisible et bien ferme
comme un trône de pierre dans la profondeur,
remplacèrent l’enceinte où grandissait
la tristesse obstinée, accumulant l’oubli,
et soudain mon existence changea :
j’adhérai au mouvement pur.

Mémorial de l’Ile Noire, Gallimard, 1977. Traduction Claude Couffon.

Isla Negra (Chile).

Juan José Saer 1937 – 2005

Il faut suivre le conseil de Léon-Marc Lévy et de Franck Bouysse (Le Club de la Cause Littéraire) et lire L’ancêtre, Le Tripode, 2014.
Ce roman argentin (El entenado) a été publié par Seix Barral en 1983 (et réédité par Destino en 1988, puis par Rayo verde en 2013).
Flammarion l’a fait paraître en français en 1987 dans une traduction de Laure Guille-Bataillon (1928-1990), grande traductrice et spécialiste de la littérature latino-américaine (Antonio di Benedetto, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Felisberto Hernández, Manuel Puig, Antonio Skármeta). Elle a reçu en 1988 le prix de la meilleure traduction, décerné par la Maison des Écrivains et des Traducteurs (MEET). Depuis sa mort, le prix porte son nom.
Poème en prose, roman historique, récit de voyage et d’apprentissage, roman d’aventures, roman picaresque, roman d’initiation, roman métaphysique. L’ancêtre est tout cela à la fois.

Juan José Saer part d’une histoire vraie. Juan Díaz de Solís (vers 1470-1516), pilote royal expédié par la Casa de Contratación, quitte Sanlúcar de Barrameda (Espagne) le 8 octobre 1515, avec soixante-dix hommes et trois navires, en direction des nouvelles terres découvertes au-delà de l’Atlantique. Il explore l’estuaire des fleuves Paraná et Uruguay, le Río de la Plata, qu’il baptise Mar Dulce. Lorsqu’il débarque sur les bords du Río Paraná, près de Punta Gorda (Uruguay), le 20 janvier 1516, lui et les hommes qui l’accompagnent sont massacrés par des Indiens Colastinés. Seul le mousse, Francisco del Puerto, en réchappe. Il est fait prisonnier, mais est bien traité. Quand l’expédition de Sebastián Cabot (1484-1557) passe par là, les Indiens libèrent le jeune homme.

De ce fait historique, Juan José Saer tire une fable universelle qui interroge le sens des destinées humaines et le pouvoir du langage. Comme Ismael, le narrateur de Moby Dick d’Herman Melville, le narrateur de L’ancêtre est le seul à survivre à un désastre pour en faire le récit.
Jeune orphelin de 15 ans, il embarque comme mousse sur un navire en partance vers les Indes. Il découvre la vie des marins qui pendant la traversée le maltraitent et le violent. Le capitaine, solitaire et silencieux, finit par conduire son expédition sur un rivage hostile, près d’un fleuve aux eaux douces et rougeâtres. Tous ceux qui ont débarqué sont tués. Seul le garçon est épargné et traité avec déférence par la tribu. Il passe là dix ans de sa vie. De façon cyclique, ces Indiens, en apparence pudiques et obséquieux, cèdent à la pratique de l’anthropophagie et tombent dans un délire orgiaque (alcool, sexe, inceste, violence, sadisme). Ils finissent par le libérer lorsqu’une nouvelle expédition approche. De retour en Espagne, le père Quesada le recueille et lui apprend à lire et à écrire. Á partir de cette histoire, le prêtre rédige un bref traité, Relación de abandonado. Le narrateur fait ensuite fortune en représentant son aventure de ville en ville. Il crée une imprimerie, puis rédige soixante ans plus tard son histoire. Il trouve le salut dans l’écriture. C’est pour lui une naissance, une re-naissance. Il comprend enfin le sens de son expérience de survivant. Les Indiens ont voulu qu’il raconte ce qu’il a vu, ce qu’il a vécu.

Le titre français fait du héros un vieillard qui raconte, mais le titre original du roman est El Entenado («nacido antes», fils né d’un lit précédent ou fils adoptif). Cela attire l’attention sur la nature du héros. «Né avant», il retrouve en effet la vie grâce à la tribu. Adopté et orphelin, il l’est aussi de plusieurs manières et plusieurs fois. Il est admis dans l’intimité de la tribu. Il y trouve un foyer, mais il est instrumentalisé et finit par en être chassé. Il apprend peu à peu la langue de ces Indiens. Il interprète sa très grande polysémie. Il est appelé def-ghi. D’abord, il ne comprend pas ce mot, puis son sens lui apparaît. La langue des Indiens n’a pas de mot pour dire «être». «Le plus proche veut dire sembler ou paraître». Il finit par partager avec eux cette incertitude du réel.

«Toda vida es un pozo de soledad que va ahondándose con los años. (…) No se sabe nunca cuando se nace : el parto es una simple convención. Muchos mueren sin haber nacido ; otros nacen apenas, otros mal, como abortados. Algunos, por nacimientos sucesivos, van pasando de vida en vida, y si la muerte no viniese a interrumpirlos, serían capaces de agotar el ramillete de mundos posibles a fuerza de nacer una y otra vez, como si poseyesen una reserva inagotable de inocencia y de abandono.» (page 38)

«Toute vie est un puits de solitude qui va se creusant avec les années. (…) On ne sait jamais quand on naît : l’accouchement est une simple convention. Beaucoup de gens meurent sans être jamais nés ; d’autres naissent à peine, d’autres mal, comme avortés. Certains, par naissances successives, passent de vie en vie, et si la mort ne venait pas les interrompre, ils seraient capables d’épuiser le bouquet des mondes possibles à force de naître sans relâche, comme s’ils possédaient une réserve inépuisable d’innocence et d’abandon. » (pages 41-42)

«Amenazados por todo eso que nos rige desde lo oscuro, manteniéndonos en el aire abierto hasta que un buen día, con un gesto súbito y caprichoso, nos devuelve a lo indistinto, querían que de su pasaje por ese espejismo material quedase un testigo y un sobreviviente que fuese, ante el mundo, su narrador.» (pages 156-157)

“Menacés par ce qui nous régit du fond de l’obscur et qui nous maintient à l’air libre jusqu’au jour où, d’un geste subit et capricieux, il nous rend à l’indistinct, ils voulaient que de leur passage à travers ce mirage restât un témoin et un survivant qui fût, à la face du monde, leur narrateur.” (page 160)

Dans El entenado según Saer, l’auteur explique son intention: « Dans l’Ancêtre, la problématique […] est d’une certaine façon incorporée dans la perception du monde que j’ai imaginée chez les Indiens, et en outre, le temps aussi bien que la structure générale subissent une distorsion, quelque discrète qu’elle soit. La durée des événements est inversement proportionnelle à celle des différents passages qui les rapportent. L’orgie et les premiers jours parmi les Indiens occupent dans les soixante pages ; les dix années suivantes, huit ou neuf pages, et les cinquante années restantes (le narrateur raconte l’histoire soixante années après que les faits se sont déroulés), quelque vingt pages. À partir d’un certain moment la narration au sens strict s’arrête et commence ce que nous pourrions appeler une description diachronique de la tribu, après quoi le livre s’achève avec le récit de trois épisodes qui ne suivent aucun ordre logique ni aucune chronologie : les jeux des enfants, l’Indien agonisant et l’éclipse. »

L’écriture est d’une grande beauté. Ce que raconte ce roman est comme la rumeur des origines. Le voyage ne concerne pas seulement la géographie. C’est un itinéraire dans la nuit des temps, dans l’histoire du monde des hommes.

Incipit
«De esas costas vacías me quedó sobre todo la abundancia de cielo. Más de una vez me sentí diminuto bajo ese azul dilatado : en la playa amarilla, éramos como hormigas en el centro de un desierto. Y si ahora que soy un viejo paso mis días en las ciudades, es porque en ellas la vida es horizontal, porque las ciudades disimulan el cielo. Allá, de noche, en cambio, dormíamos, a la intemperie, casi aplastados por las estrellas. Estaban como al alcance de la mano y eran grandes, innumerables, sin mucha negrura entre una y otra, casi chisporreantes, como si el cielo hubiese sido la pared acribillada de un volcán en actividad que dejase entrever por sus orificios la incandescencia interna. »

« De ces rivages vides il m’est surtout resté l’abondance de ciel. Plus d’une fois je me suis senti infime sous ce bleu dilaté : nous étions, sur la plage jaune, comme des fourmis au centre d’un désert. Et si, maintenant que je suis un vieil homme, je passe mes jours dans les villes, c’est que la vie y est horizontale, que les villes cachent le ciel. Là-bas, en revanche, nous dormions, la nuit, à l’air libre, presque écrasés par les étoiles. Elles étaient comme à portée de main et elles étaient grandes, innombrables, sans beaucoup de noir entre elles, presque crépitantes, comme si le ciel eût été la paroi criblée d’un volcan en activité qui eût laissé apercevoir par ses trous l’incandescence interne. »

L’auteur
Juan José Saer naît le 28 juin 1937 à Serodino (Province de Santa Fe , Argentine). Ses parents sont des commerçants, immigrés syriens. Ses amis le surnomment Juani el Turco. Il enseigne d’abord l’histoire et l’esthétique du cinéma à l’Université du Littoral à Santa Fe, puis, grâce à une bourse de l’Alliance française, il s’ installe à Paris en 1968. Il est professeur d’esthétique à l’Université de Rennes de 1969 à 2002. Il y croise Milan Kundera, Giorgio Agamben, Albert Bensoussan.
Il meurt à 67 ans le 11 juin 2005 à Paris des suites d’un cancer du poumon. C’ est l’un des écrivains argentins les plus importants du XXe siècle.

Prix Nadal en 1987 pour La Ocasión.
Prix France Culture en 2003, ex-aequo avec Virgil Tanase.
Prix de l’Union Latine de Littératures romanes en 2004.
Á titre posthume, Prix de la trajectoire littéraire, décerné par le journal Clarín, en octobre 2005.
Sa province natale, la province de Santa Fe, a organisé, pour le 80 ème anniversaire de sa naissance, une année Saer de juin 2016 à juin 2017

Ses romans
1964 Responso
1966 La vuelta completa (Le Tour complet, Seuil. 2009. Traduction Philippe Bataillon)
1969 Cicatrices (Le Mai argentin, Denoël. 1976. Traduction Albert Bensoussan. Cicatrices, Seuil, 2003. Traduction Philippe Bataillon)
1974 El limonero real (Les grands paradis, Flammarion, 1980. Traduction Laure Bataillon)
1980 Nadie nada nunca (Nadie nada nunca, Flammarion, 1983. Traduction Laure Bataillon)
1983 El entenado (L’ancêtre, Flammarion, 1987. 10-18. Points Seuil, 1998. Le Tripode 2014. Traduction Laure Bataillon)
1986 Glosa (L’anniversaire, Flammarion, 1988. Points Seuil. Glose. Le Tripode 2015. Traduction Laure Bataillon)
1988 La ocasión (L’occasion, Flammarion, 1989. Points, 1996. Traduction Laure Bataillon). Prix Nadal.
1993 Lo imborrable (L’innefaçable, Flammarion. Traduction Claude Bleton)
1994 La pesquisa ( L’enquête, Seuil, 1996. Points, 2002. Traduction Philippe Bataillon. Le Tripode, 2019)
1997 Las nubes (Les nuages, Seuil, 1999. Le Tripode. Traduction Philippe Bataillon)
2005 La grande (Grande Fugue, Seuil, 2007. Traduction Philippe Bataillon)

Juan José Saer.

Rafael Alberti 1902 – 1999

Rafael Alberti, María Teresa León. v 1931.

Lu ce matin dans El País deux articles sur le poète andalou Rafael Alberti, un peu oublié aujourd’hui.
Sa fondation à Puerto de Santa María (Cádiz) prend l’eau et est criblée de dettes. Plus de vingt après sa mort, sa fille, Aitana Alberti et sa veuve, María Asunción Mateo se disputent encore son héritage.
Il y a quelques années nous y étions allés. On ne pouvait pas la visiter. ¡Qué pena ! Je me souviens de lui et de sa première épouse, María Teresa León, (1903-1988), croisés un soir, 198 Rue Saint-Jacques dans les années soixante-dix au Comité d’information et de solidarité avec l’Espagne (CISE). C’était les dernières années du franquisme. Le poète rentra en Espagne le 27 avril 1977, après 38 ans d’exil. Il fut élu député PCE pour la province de Cádiz lors des élections du 15 juin 1977, mais laissa rapidement sa place à Francisco Cabral Oliveros, syndicaliste paysan de Trebujena.
Marcos Ana (Fernando Macarro Castillo) (1920-2016), emprisonné pendant 23 ans, avait fondé et dirigé le Comité d’information et de solidarité avec l’Espagne (CISE) dont Pablo Picasso était le président.
“Rafael Alberti, un legado cultural en números rojos”

https://elpais.com/cultura/2021-03-09/rafael-alberti-un-legado-cultural-en-numeros-rojos.html

“El Madrid insomne de Rafael Alberti” https://elpais.com/ccaa/2019/10/28/madrid/1572250456_753860.html?rel=listapoyo

Puerto de Santa María (Cádiz). Fundación Rafael Alberti.

El mar, la mar ( Rafael Alberti )

El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?

¿Por qué me desenterraste
del mar?

En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.

Padre, ¿por qué me trajiste
acá?

Marinero en tierra, 1924. Premio Nacional de Poesía.

La mer. La mer.

La mer. La mer.
La mer. Rien que la mer !

Pourquoi m’avoir emmené, père,
à la ville?

Pourquoi m’avoir arraché, père,
à la mer ?

La houle, dans mes songes
me tire par le coeur
comme pour l’entraîner.

O père, pourquoi donc m’avoir
emmené ?

Marin à terre. Traduction Claude Couffon. Paris, Gallimard, 1985.

(Rafael Alberti)

Jorge Luis Borges

Camaret-sur-Mer. Le Port.

Mars. La mer me manque… Penser à la mer… Voir la mer…

Deux poèmes de Jorge Luis Borges. Merci à Lorenzo Oliván.

El mar

Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.

El otro, el mismo. 1964

La mer

Avant que le rêve (ou la terreur), n’ait tissé
mythologies et cosmogonies,
avant que le temps n’ait produit les jours,
la mer, la mer éternelle, était là et avait été.
Qui est la mer ? Quel est cet être violent
et ancien qui ronge les piliers
soutenant la terre, cette mer une et multiple
qui est abîme et gloire et hasard et grand vent ?
Qui la regarde la voit pour la première fois,
toujours. Avec le saisissement que donnent
les choses élémentaires, les belles
fins de journées, la lune, un feu de joie.
Qui est la mer, qui suis-je ? Je le saurai le jour
qui succédera à mon agonie.

L’autre, le même, 1964. Traduction Jean Pierre Bernès et Nestor Ibarra.

El mar

El mar. El joven mar. El mar de Ulises
y el de aquel otro Ulises que la gente
del Islam apodó famosamente
Es-Sindibad del Mar. El mar de grises
olas de Erico el Rojo, alto en su proa.
y el de aquel caballero que escribía
A la vez la epopeya y la elegía
de su patria, en la ciénaga de Goa.
El mar de Trafalgar. El que Inglaterra
cantó a lo largo de su larga historia,
el arduo mar que ensangrentó de gloria
en el diario ejercicio de la guerra.
El incesante mar que en la serena
mañana surca la infinita arena.

El oro de los tigres. 1972.

La mer

La mer. La jeune mer. La mer d’Ulysse,
Celle de cet autre Ulysse que ceux
D’Islam ont surnommé d’un nom fameux :
Sindibad de la mer. La mer aux grises
Vagues d’Erik le Rouge, haut sur sa proue,
Et de ce chevalier qui a chanté
Á la fois l’élégie et l’épopée
De sa patrie, à Goa et ses boues.
La mer de Trafalgar, que l’Angleterre
A célébrée au long de son histoire,
La dure mer ensanglantée de gloire
Jour après jour, dans l’œuvre de la guerre.
Au matin calme, la mer intarissable,
Et ses sillons dans l’infini du sable.

L’or des tigres Traduction Jacques Ancet.

Juan Ramón Jiménez

Retrato de Juan Ramón Jiménez (Daniel Vázquez Díaz) 1916.

Diario de un poeta recién casado, 1916. (Journal d’un poète jeune marié) “Uno de los libros más vivos y renovadores de la poesía española.” (Lorenzo Oliván). Celui-ci cite deux poèmes dont Soledad. J’ai retrouvé deux traductions en français: l’une de Guy Lévis-Mano (1904-1980), poète, traducteur de poètes espagnols, typographe, imprimeur et éditeur ami de René Char depuis 1936; l’autre de Victor Martinez.

René Char dira de Guy Lévis-Mano dans Guy Lévis-Mano, artisan superbe, préface au Catalogue abrégé 1933-1952 des éditions GLM, Paris, 1956, (repris dans René Char, Dans l’atelier du poète, Gallimard, collection « Quarto », Paris, 1996, p. 745.): « Lorsque la passion de donner l’existence à un recueil de poèmes s’unit à la connaissance de la poésie et de l’art d’imprimer, cela nous apporte d’admirables réussites et rétablit l’objet dans sa plénitude durable. Guy Lévis-Mano est le seul aujourd’hui qui satisfasse à ce souci hautain. Il y consacre sa foi, sa compétence, sa générosité et son enthousiasme. […] L’oasis G.L.M. sur la carte de la Poésie, c’est l’oasis des méharistes de fond ! »

Soledad

1 de febrero

En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
en un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late, y no lo siente…
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!

Diario de un poeta recién casado, 1916.

Solitude

Tu es toute en toi, mer, et cependant,
comme tu es sans toi, que tu es seule,
et que lointaine, toujours, de toi-même!

Ouverte de mille blessures, sans cesse,
tel mon front,
tes vagues vont, comme mes pensées,
et viennent, vont et viennent,
se baisant, s’écartant,
en un éternel se connaître,
mer, et ne plus se connaître.

Tu es toi, et tu ne le sais,
ton coeur te bat, et ne le sent pas…
Quelle plénitude en solitude, mer seule!

Journal d’un poète jeune marié. Traduction: Guy Lévis-Mano.

Portrait de Guy Lévis-Mano (Valentine Hugo). 1945.

Solitude

En toi tu es toute, mer, et cependant,
comme tu es sans toi, comme tu es seule,
et loin, toujours, de toi-même!

Ouverte de mille blessures, sans cesse,
tel mon front,
tes vagues vont, comme mes pensées,
et viennent, vont et viennent,
se baisant, s’écartant,
en un éternel se connaître,
mer, et ne plus se connaître éternel.

Tu es toi, et tu ne le sais pas,
ton coeur bat, et il ne le sent pas…
Quelle plénitude solitude, mer seule!

Journal d’un poète jeune marié. 2009. Traduit par Victor Martinez.
Librairie La Nerthe éditeur / Collection classique.

Pablo Neruda

Los libros

Libros sagrados y sobados, libros
devorados, devoradores,
secretos,
en las faltriqueras:
Nietzsche, con olor a membrillos,
y subrepticio y subterráneo,
Gorki caminaba conmigo.
Oh aquel momento mortal
en las rocas de Víctor Hugo
cuando el pastor casa a su novia
después de derrotar al pulpo,
y El Jorobado de París
sube circulando en las venas
de la gótica anatomía.
Oh, María, de Jorge Isaacs,
beso blanco en el día rojo
de las haciendas celestes
que allí se inmovilizaron
con el azúcar mentiroso
que nos hizo llorar de puros.

Los libros tejieron, cavaron,
deslizaron su serpentina
y poco a poco, detrás
de las cosas, de los trabajos,
surgió como un olor amargo
con la claridad de la sal
el árbol del conocimiento.

Memorial de Isla Negra, 1964.

Les livres

Livres sacrés et tout écornés, livres
dévorés, dévorants,
secrets,
dans les poches :
Nietzsche sentait le coing,
et comme en fraude et souterrain
Gorki m’accompagnait.
Ô ce moment fatal
où, sur les rochers de Victor Hugo,
le berger marie sa promise
après avoir vaincu la pieuvre
ou lorsque le Bossu de Notre-Dame
circule en volant sur les veines
de la gothique anatomie.
Ô María de Jorge Isaacs,
baiser tout blanc dans le jour rouge
des haciendas célestes
qui s’immobilisèrent
avec ce sucre mensonger
qui nous fit pleurer, nous étions si purs.

Les livres tissèrent, creusèrent,
déroulèrent leur serpentin
et peu à peu, derrière
les choses, les travaux,
surgit comme une odeur amère
et avec la clarté du sel
l’arbre du savoir.

Mémorial de l’Île Noire, Gallimard, 1970. Traduction: Claude Couffon.

Casa de Isla Negra. Jardin.

Luis Cernuda

Luis Cernuda. Villablino (León). 6 août 1935.

Relire encore et encore les poètes de la Génération de 1927.

Como el viento

Como el viento a lo largo de la noche,
Amor en pena o cuerpo solitario,
Toca en vano a los vidrios,
Sollozando abandona las esquinas;

O como a veces marcha en la tormenta,
Gritando locamente,
Con angustia de insomnio,
Mientras gira la lluvia delicada;

Si, como el viento al que un alba le revela
Su tristeza errabunda por la tierra,
Su tristeza sin llanto,
Su fuga sin objeto;

Como él mismo extranjero,
Como el viento huyo lejos.
Y sin embargo vine como luz.

Un río, un amor, 1929.

Comme le vent

Comme le vent tout au long de la nuit,
Amour en peine ou bien corps solitaire,
En vain touche les vitres,
Abandonne en sanglots les carrefours ;

Ou comme parfois il marche dans la tourmente,
En criant follement,
Angoissé d’insomnie,
Tandis que tourne la pluie délicate ;

Oui, comme le vent à qui l’aube révèle
Sa tristesse errante sur la terre,
Sa tristesse sans pleurs,
Sa fuite sans objet ;

Comme lui-même étranger,
Comme le vent je fuis au loin.
Pourtant je suis venu comme lumière.

Un fleuve, un amour. Editions Fata Morgana. 1985. Traduction: Jacques Ancet.

Ce poème a été écrit le 10 mai 1929 à Toulouse. Son ancien professeur à l’Université de Séville, le poète Pedro Salinas, l’aida à obtenir, à la fin de l’année 1928, un poste de lecteur à l’École Normale de Toulouse. Il y travaillera pendant sept mois. Gerardo Diego publiera ce texte dans sa célèbre anthologie Poesía española: antología 1915- 1931. Madrid, 1932. On y retrouve davantage l’influence romantique que surréaliste.

(Merci à Lorenzo Oliván et Arnau de V.)

Joan Margarit

Joan Margarit. (Joan Tomás). Barcelona, 2020.

Le poète et architecte Joan Margarit est décédé hier à Sant Just Desvern (Barcelone). Il avait obtenu le Prix Cervantès en 2019 qu’il n’avait pu recevoir qu’en décembre 2020, en petit comité à cause de la pandémie. «Soy un poeta catalán, pero también castellano, coño» avait-il affirmé en 2019 en déposant ses archives à l’Instituto Cervantes de Madrid.

Descansa en paz, poeta.

La presse espagnole a publié à l’occasion un poème inédit:

Commovedora indiferència

Pensava que em quedava encara temps
per entendre el profund significat
de deixar d’exisitir. Ho comparava
amb el desinterès, l’oblit, el son profund
les cases on vam viure ui on no hem tornat mai més.
Pensava que ho anava comprenent,
que anava alliberant-me de l’enigma.
Però era molt lluny, encara, de saber
que jo no m’allibero. M’allibera la mort:
permet, indiferent,
que m’acosti a alguna veritat.
Inexplicablement, això m’emociona.

Animal de bosc.

Conmovedora indiferencia

Pensé que me quedaba todavía
tiempo para entender la honda razón
de dejar de existir. Lo comparaba
con el desinterés, con el olvido,
con las horas del sueño más profundo,
pensando en esas casas donde un día vivimos
y a las que no hemos vuelto nunca.
Pensaba que lo iba comprendiendo,
que me iba liberando del enigma.
Pero estaba muy lejos de saber
que yo no me libero. Me libera la muerte,
permite, indiferente,
que me vaya acercando hasta alguna verdad.
Inexplicablemente, esto me ha emocionado.

Animal de bosque. Editorial Visor.