Han hecho desaparecer las palabras vieja y viejo. Me gustan esas palabras, me nombro vieja y no por ello inservible, todo lo contrario; como decía mi abuela, se aprende a vivir cuando estamos a las puertas de morir. Mientras llega la despedida de la vida, animo a toda persona a seguir viva, a disfrutar de todos y cada uno de los días que nos amanece, para que la muerte no la tengamos en vida, sino que nos pille viviendo. Verdad es que el bienestar social es imprescindible para estar viva; exijamos por tanto el reparto de ese bienestar. No se fíen de las estadísticas; están hechas por y para el poder, y el poder, cuando llegamos a la vejez, nos echa de la vida si no tenemos recursos propios para seguir viviendo dignamente. Si no hemos tenido una niñez, una adolescencia, una juventud y una madurez dignas, tampoco tendremos una vejez digna.
Sur Twitter, on peut lire trois publications du journaliste culturel du quotidien La Razón, Víctor Fernández :
” Un día como hoy de 1936, el personaje de esta foto, Ramón Ruiz Alonso, se enteraba del lugar en el que Lorca estaba escondido. Por la tarde, redactaba la denuncia contra él y al día siguiente, con el visto bueno del Gobierno Civil de Granada, detenía al poeta. “
“Le 15 août 1936, ce personnage, Ramón Ruiz Alonso, apprenait où était caché Lorca. L’après-midi, il rédigeait une lettre de dénonciation et le lendemain, avec l’accord de la Préfecture de Grenade, il arrêtait le poète.”
« Un día como hoy de 1936, Lorca fue detenido por los fascistas de Granada. Fue llevado al Gobierno Civil donde lo torturaron. Pocas horas después fue llevado a un paraje entre Víznar y Alfacar donde fue asesinado con otras tres víctimas. »
« Le 16 août 1936, Federico García Lorca fut arrêté par les fascistes de Grenade et emmené à la préfecture où il fut torturé. Peu de temps après il fut transféré dans un endroit entre Víznar et Alfacar où il fut assassiné avec trois autres victimes. »
« Éste es José Valdés Guzmán, el hombre que ordenó el asesinato de Lorca y de centenares de granadinos. Una urbanización lleva hoy su nombre en Granada. »
« Voici José Valdés Guzmán, l’homme qui a ordonné l’assassinat de Lorca et de centaines d’habitants de Grenade. Une zone résidentielle porte aujourd’hui son nom à Grenade. »
Federico García Lorca fut probablement fusillé le 18 août 1936 vers 4h 45 du matin. Son corps n’a jamais été retrouvé. Il fut exécuté et enterré dans une fosse commune avec un instituteur, Dióscoro Galindo, et deux banderilleros anarchistes, Francisco Galadí et Joaquín Arcollas. José Valdés Guzmán demanda son avis à Gonzalo Queipo de Llano, général putchiste surnommé le vice-roi d’Andalousie. De Séville, celui-ci lui aurait répondu : «Dale café, mucho café». “El crimen fue en Granada”, il y a 87 ans. Le poète fait partie des 130.000 républicains disparus pendant la Guerre Civile et la répression qui suivit la fin du conflit.
Le journaliste et écrivain Ramón Lobo est mort mercredi 2 août à Madrid d’un cancer du poumon. Il était né le 23 janvier 1955 à Lagunillas (Venezuela) d’un père espagnol et d’une mère anglaise (Maud Leyder). Il vivait en Espagne depuis 1960. Licencié en journalisme à l’Université Complutense de Madrid en 1975, il a travaillé pour de nombreux moyens de communication. Pendant deux décennies (1992-2012), il a couvert comme correspondant de guerre pour El País les principaux conflits : Croatie, Serbie Bosnie, Albanie, Tchétchénie, Irak, Afghanistan, Philippines, Liban, Sierra Leone, Zaïre, Rwanda, Ouganda, Nigeria, Guinée équatoriale, Zimbabwe, Namibie, Haïti, Argentine etc.
Oeuvres
El héroe inexistente. Los viajes de un corresponsal de guerra al corazón de las tinieblas del fin de siglo. Aguilar, 1999. Isla África. Seix Barral, 2001. Cuadernos de Kabul. Historias de mujeres, hombres y niños atrapados en una guerra. RBA, 2010. El autoestopista de Grozni y otras historias de fútbol y guerra. KO, 2012. Todos náufragos. Ediciones B, 2015. El día que murió Kapuściński. Círculo de Tiza, 2019. Las ciudades evanescentes. Miedos, soledades y pandemias en un mundo globalizado. Península, 2020.
Isla África a été traduit en français par Claude Bleton. Actes Sud, 2003.
Il a écrit un bel article dans El País après la mort d’Almudena Grandes le 27 novembre 2021. Des centaines de personnes se sont rendues lundi 29 novembre, comme il le proposait, un livre à la main, au cimetière civil de Madrid où la romancière Almudena Grandes a été enterrée.
El País, 29/11/2021
Ahora necesitaré una flor más (Ramón Lobo)
Almudena Grandes, fallecida el sábado a los 61 años de edad, será enterrada el lunes en el cementerio civil de Madrid de acuerdo con sus deseos. Estará en compañía de los seis creadores del Instituto de Libre Enseñanza encabezados por Francisco Giner de los Ríos, enterrados en el mismo lugar. Estará junto a Pío Baroja, que ahí yace gracias a su sobrino Julio Caro, encargado de hacer cumplir su voluntad frente a los intentos de la Falange por apropiarse del cuerpo. Le separará de Benito Pérez Galdós una calle con tráfico, pues el gran novelista del XIX quedó en el otro lado, en el de la Almudena.
La escritora tendrá buena compañía con tres de los cuatro presidentes de la efímera Primera República, Nicolás Salmerón, Francisco Pi y Margall y Estanislao Figueras, autor de una frase vigente en esta España de derechas extremadas y desmemoria histórica: “Señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros”.
Reposará junto a prohombres y promujeres de la España derrotada, de la que tanto escribió, como el poeta Blas de Otero, la periodista Carmen de Burgos (Colombine), el urbanista Arturo Soria o el historiador Américo Castro.
También están Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de la UGT, y los socialistas Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro, además de la dirigente comunista Dolores Ibárruri y el fundador de CC OO, Marcelino Camacho.
Y está Ascensión Mendieta junto a su padre asesinado, al que buscó con ahínco toda la vida, desaparecido en una fosa común de Guadalajara que nadie quería abrir.
Este cementerio destinado a masones, ateos, suicidas y gente de mal vivir se inauguró en 1884, cuando el Gobierno decidió acabar con el monopolio de la Iglesia sobre los cementerios. Pese a que cobraba por muerto, la Iglesia no gastaba en mantener las instalaciones; también prometía tumbas perpetuas que revendía a la primera oportunidad.
En la municipalización de los camposantos hubo bronca. La Iglesia pedía cinco pesetas de entonces por adulto y 2,5 por infante. Como el Gobierno no cedió, el cardenal se negó a bendecir la nueva Almudena, hasta entonces llamada cementerio del Este o de las epidemias. Alfonso XII mandó a parte de su Gobierno a la inauguración de la parte civil tras el suicidio de una joven de 20 años llamada Maravilla Leal. Fue la tumba inaugural. Ante la firmeza del Ejecutivo, el primado cedió, firmó y bendijo (y cobró).
Cada vez que fallece un amigo o un conocido pido permiso a la familia para robar flores de las coronas. No les comunico el fin por si hubiera discrepancia. Deposito las flores sobre las tumbas de los descreídos, rojos y semirrojos. También honro a un facha: Vintila Horia, que cada vez que entraba en clase se dejaba la ideología en la puerta para permitir la presencia de un profesor brillante de Literatura Universal.
Así conocí a Nieves Concostrina tras la muerte de Forges. Es la mujer que más sabe de muertos en una España que recuerda mal. Mucha de la información que acaban de leer se la debo a ella. Ahora necesitaré una flor más, la de Almudena. Ojalá que su despedida sea como la de Saramago: miles de lectores con un libro extendido en la mano como símbolo de agradecimiento.
Son ami Gervasio Sánchez lui avait fait ses adieux il y a quelques jours dans le journal de Saragosse Heraldo de Aragón.
Milan Kundera, né le 1er avril 1929 à Brno (Moravie, alors en République tchécoslovaque), est mort à Paris le 11 juillet 2023. Il avait 94 ans. Je lisais régulièrement ses livres.
Il avait écrit dans Le Monde en 2007 une critique louangeuse du roman de Willem Frederik Hermans La chambre noire de Damoclès, publié en 1958 et traduit chez Gallimard en 2006.
J’ai emprunté un peu par hasard à la médiathèque La maison préservée (1952), traduit chez Gallimard en 2023.
Willem Frederik Hermans est né le 1 septembre 1921 à Amsterdam. Il appartient à la génération des « vijtifers » (ceux des années 50), ces jeunes auteurs néerlandais en révolte contre la prose et la poésie trop traditionnelles de écrivains des années 30, identifiés à la revue littéraire Forum. Il était caustique et pessimiste. Il dénonçait dans ses romans l’étroitesse de la vie intellectuelle des Pays-Bas. Titulaire d’un doctorat de géographie physique (1955), il fut professeur à l’université de Groningue. Il se brouilla avec ses collègues en évoquant de manière satirique la vie universitaire dans Onder professoren (1975). En 1973, il quitta les Pays-Bas pour s’installer à Paris. Il déménagea ensuite en Belgique. Il se tenait éloigné de la scène médiatique de son pays et repoussait tous les prix littéraires, sauf en 1977 celui de la littérature néerlandaise. Il critiquait les écrivains anglais, allemands et français qu’il appelait les ” Goliaths ” car ils prêtaient peu d’attention aux littératures des petits pays européens. Il se plaignait aussi des traducteurs. Après la première publication de La Chambre noire de Damoclès (Seuil, 1962), il refusa désormais d’autoriser la traduction en français de ses autres ouvrages. Il fit de même pour les traductions de ses livres en allemand. Il appréciait l’Afrique du Sud et eut des démêlés avec les autorités des Pays-Bas qui lui reprochèrent de passer outre aux consignes de boycottage du régime d’apartheid. Il est mort le 27 avril 1995 à Utrecht.
Traductions en français La Chambre noire de Damoclès. Paris, Gallimard, collection Du monde entier, 2006, 484 p. Ne plus jamais dormir, Paris, Gallimard, collection Du monde entier, 2009, 384 p. La maison préservée, Paris, Gallimard, collection Du monde entier, 2023, 80 p.
Les trois livres ont été traduits par Daniel Cunin.
Willie Frederik Hermans Mention postérieure 1971 à La chambre noire de Damoclès. 1958. Gallimard, 2006.
« Je puis le chercher s’il n’est pas là, mais je ne puis le prendre s’il n’est pas là. On serait tenté de dire : « Il faut alors qu’il soit aussi présent au moment que je le cherche. » – Il faut alors qu’il soit présent même si je ne le trouve pas, et même s’il n’existe absolument pas. » (Ludwig Wittgenstein)
Le Monde, 25 janvier 2007
La poésie noire et l’ambiguïté (Milan Kundera)
L’histoire telle qu’elle est gardée dans la mémoire collective ressemble peu à ce que les gens ont vraiment vécu. A leur insu, ils finissent toujours par conformer leur souvenir du passé à ce qu’on en dit dans le présent. Puis, un jour, un romancier (un vrai romancier) redécouvre la vie concrète d’une période historique apparemment connue et tout apparaît différent. Cette divergence a toujours quelque chose de choquant. C’est pourquoi les grands romans situés pendant la dernière guerre d’Europe (et les jours qui l’ont suivie) ont été d’abord plutôt mal vus. Je pense à La Peau de Malaparte. Ou bien au Tworki de Marek Bienczyk sur lequel j’ai écrit ici même (Denoël, 2006). Et aujourd’hui à La Chambre noire de Damoclès, de Willem Frederik Hermans (Gallimard, “Du monde entier”, 484 p., 25 €). Je sais, vous n’en avez jamais entendu parler. Je serais d’ailleurs aussi ignorant que vous, si un ami néerlandais ne m’avait pas parlé de ce grand roman inconnu en me signalant qu’il a été édité chez Gallimard au printemps de 2006. Comment est-il possible que je n’en aie rien su ? La réponse est simple : dans toute la presse française, le livre n’a suscité alors aucun, mais aucun écho ; pas une seule ligne.
Je me plonge dans ce roman, d’abord intimidé par sa longueur, ensuite étonné de l’avoir lu d’un seul trait. Car ce roman est un thriller, un long enchaînement d’actions où le suspens ne fléchit pas. Les événements (qui se passent pendant la guerre et l’année suivante) sont décrits d’une façon exacte et sèche, détaillée mais rapide, ils sont terriblement réels et pourtant à la limite du vraisemblable. Cette esthétique m’a captivé ; un roman épris du réel et en même temps fasciné par l’improbable et l’étrange. Cela résulte-t-il de l’essence de la guerre qui nécessairement est riche en inattendu, en exorbitant, ou est-ce le signe de l’intention esthétique désirant sortir de l’ordinaire et toucher, pour reprendre le mot cher aux surréalistes, le merveilleux (“le réel merveilleux”, comme aurait dit Alejo Carpentier) ?
Cette unité du réel et du fantastique (où l’improbable n’est jamais impossible, où le réel n’est jamais ordinaire) est fondée sur le personnage principal, Osewoudt, un jeune homme qui fut un “prématuré de deux mois” que “sa mère a lâché dans le pot de chambre en même temps que ses selles”. Imberbe pour toujours, petit, ratant d’un demi-centimètre l’aptitude au service militaire, il fréquente un club de judo et refuse de renoncer à une vie virile. Dans les premiers jours de l’occupation allemande, il rencontre Dorbeck, un autre jeune homme qui a l’air d’être son sosie, sauf qu’il est d’une perfection sans faille (“Tu lui ressembles comme un pudding loupé ressemble à un puding réussi”, dit à Osewoudt sa très laide épouse). Subjugué par son double, Osewoudt se laisse engager par lui dans la Résistance. Fidèlement, il exécutera les ordres qui lui arrivent par téléphone, par la poste, par des envoyés inconnus ou, très rarement, que Dorbeck lui communique lui-même pendant leurs brèves rencontres.
La perspective est ainsi donnée : toute l’action est vue par les yeux d’un homme qui ne peut saisir la logique et les raisons de ce qu’il est obligé de faire, qui entre en contact avec des gens qui lui sont recommandés, mais dont il ne sait rien. Au cours d’infinies réflexions muettes, il s’évertue à comprendre ce qui se passe et à calmer sa peur d’être pris au piège. Car comment distinguer un résistant d’un espion, comment être sûr qu’un ordre est authentique et non pas un faux ? Tout son combat est un voyage dans l’obscurité où le sens des choses s’embrume.
Et où tout est ambigu : les assassinats qu’on lui ordonne de faire sont cruels ; il les commet en tremblant des mains, en claquant des dents, mais sans remords. Car il ne doute pas qu’il est juste de faire ce qu’on lui a ordonné de faire. Sa bonne conscience ne repose pas sur des raisons politiques ou idéologiques mais sur une conviction toute simple : “Je suis contre les Allemands parce que ce sont nos ennemis. Ils nous ont envahis et je me bats pour me défendre.” Mais la belle clarté de cette attitude ne pouvait rien changer à une fatale ambiguïté morale des situations qu’il traverse, des actes qu’il accomplit.
Une poésie noire ne quitte à aucun moment le monde d’Hermans : pour liquider un collabo de la Gestapo dans une villa abandonnée, Osewoudt est obligé de tuer d’abord deux femmes tout innocentes (si le mot “innocent” a sa place dans l’univers d’Hermans), c’est-à-dire son épouse, et une dame qui arrive dans la villa afin d’emmener à Amsterdam un petit garçon, le fils du collabo. Osewoudt a réussi à tenir le petit à l’écart du massacre mais ensuite, pour protéger sa propre sécurité, il doit s’occuper de lui. Il le conduit à la gare, reste avec lui dans le train, puis dans les rues d’Amsterdam ; l’enfant gâté plastronne dans une futile et interminable conversation à laquelle Osewoudt ne peut que participer. Voilà un exemple de cette poésie noire : la rencontre du triple meurtre et du babil d’un enfant exhibitionniste.
L’armée américaine approche et Dorbeck apporte à Osewoudt (qui ne le reverra plus) un uniforme d’infirmière afin d’assurer sa sécurité au cours des derniers jours de la guerre. Dans ce déguisement, il attire l’attention d’un officier allemand qui se met à le draguer. L’Allemand est homosexuel et Osewoudt lui apparaît comme la première femme désirable de sa vie… Mais assez, assez, je ne veux pas vous raconter tout ce roman si riche, si improbablement riche. Je ne dirai plus que l’essentiel : quand la liberté, tant attendue, arrive aux Pays-Bas avec les chars américains, l’atmosphère sombre du roman noircit encore. Osewoudt est arrêté par les libérateurs. Leur police secrète découvre en lui un espion. Il se défend : les longues semaines qu’il a dû endurer dans une prison allemande ne parlent-elles pas pour lui ? Non, au contraire : les Allemands ont voulu ainsi le cacher et le protéger. Il rappelle les assassinats admirablement cruels qu’il a perpétrés. Ne sont-ils pas la meilleure preuve de son innocence ? Non, personne ne croit qu’il les ait commis. Pendant des mois d’infinis interrogatoires, il cherche quelqu’un qui témoignerait en sa faveur. Vainement. Tous les témoins sont morts. Et Dorbeck ? Le seul à pouvoir le sauver. Avec insistance, il se réclame de lui. Mais les enquêteurs ne connaissent même pas ce nom. La défense d’Osewoudt reste sans preuves. Il est vrai que ses accusateurs, eux aussi, manquent de preuves, mais les soupçons des vainqueurs, même sans preuves, se métamorphosent vite en vérités.
La fatale ambiguïté morale a englouti la vie d’Osewoudt. Car c’est ainsi : tant que dure la bataille, cette diabolique ambiguïté est invisible aux gens obnubilés par la passion, mais après, quand vient le temps des verdicts et des châtiments, elle empoisonnera la vie des nations pour de longues années, comme la fumée après l’incendie, une fumée intarissable. Et Osewoudt ? Comment a-t-il fini ? Mal. On l’a fusillé. Le livre refermé, j’aimerais bien en apprendre plus sur son auteur : quel était son itinéraire d’artiste ? Derrière sa poésie noire, y avait-il un penchant surréaliste ? Son anticonformisme avait-il des raisons politiques ? Et son rapport à sa patrie ? Etc. Je ne peux citer que quelques dates : né en 1921, il publie en 1958 La Chambre noire de Damoclès, quitte les Pays-Bas en 1973, vit vingt ans à Paris, qu’il abandonne pour la Belgique. Depuis sa mort, en 1995, les Néerlandais le célèbrent comme leur plus grand romancier moderne et, aujourd’hui, lentement, l’Europe commence à le connaître.
Je ne sais rien de plus sur lui. D’ailleurs, pour me réjouir de son roman, c’était inutile. Les oeuvres d’art sont talonnées par une meute agitée de commentaires, d’informations dont le tapage rend inaudible la propre voix d’un roman ou d’une poésie. J’ai refermé le livre d’Hermans avec un sentiment de gratitude envers mon ignorance ; elle m’a fait cadeau d’un silence grâce auquel j’ai écouté la voix de ce roman dans toute sa pureté, dans toute la beauté de l’inexpliqué, de l’inconnu.
Jour d’élections en Espagne. Un bel article de Manuel Vicent dans El País.
Dado al siete (Manuel Vicent)
En las elecciones generales que se celebran hoy, nos jugamos a los dados el pasado o el futuro de España. Si de ellas sale que volvemos a la Edad Media, yo, como la escritora Clarice Lispector, dejo registrado que estaré del lado de las brujas. También seré partidario de los alquimistas, de los quiromantes y saltimbanquis; de los canteros que labraban capiteles románicos con un trenzado de reptiles; de los juglares que recitaban versos provenzales al pie de la almena donde permanecía cautiva una princesa; de los monjes que copiaban la metafísica de Aristóteles en códices de vitela, pero no de los clérigos que azotaban la espalda desnuda de los fieles cantando a coro el dies irae. A estos los dejo para quienes hayan votado a la caverna. Si en estas elecciones la extrema derecha me manda al siglo XVI me gustaría conocer al Lazarillo de Tormes y a la Celestina, pero no a los fanáticos racistas que expulsaron de España a los judíos y a los mahometanos. Si las urnas me obligan a recular hasta el siglo XVII estaré a favor de los herejes y en contra de las hogueras, en el bando de Cervantes y de Góngora y no en el de Quevedo y Lope de Vega.
Si gana el Partido Popular e impone su ley y me manda al siglo XVIII seré un afrancesado, amigo de la ilustración, pero no de la España negra que gritaba ¡vivan las cadenas!, ni de la miseria, el odio y la injusticia que nos llevó a la guerra civil. Por el contrario, si en estas elecciones por un milagro la izquierda vota masivamente y gana el futuro, mi país será siempre ese en el que se premia la inteligencia, la solidaridad, la libertad de expresión y mi bandera la que se iza en el podio de todas las canchas del mundo cuando ganan nuestros deportistas, Nadal, Alcaraz, Jon Rham y gente así y no esa misma enseña que llevan algunos en la pulsera y en correa del perro. Mi apuesta: la séptima cara del dado.
Christian P. m’annonce aujourd’hui le décès de notre professeur, Bernard Gille, agrégé d’espagnol, maître assistant à l’U.E.R. d’études ibériques de l’université de Paris-IV. Nous avons suivi ses cours à L’Institut Hispanique (31 rue Gay-Lussac, 75005-Paris). Il animait aussi le Théâtre Espagnol de la Sorbonne (TES) dans les années 70.
Boulogne-Billancourt (Hauts-de-Seine) , le 02 juillet 2023 Nous avons la tristesse de vous faire part du décès de :
Monsieur Bernard GILLE survenu le mardi 27 juin 2023 à l’âge de 88 ans. Sa cérémonie aura lieu en l’Église Sainte-Thérèse de Boulogne-Billancourt (92100) le mardi 04 juillet 2023 à 10h30 .
Je me souviens particulièrement d’une magnifique explication de texte du poème Noche oscura del alma de Juan de la Cruz (Juan de Yepes Álvarez 1542-1591 ), le grand mystique espagnol du Siècle d’or. Thérèse d’Avila, réformatrice de l’ordre du Carmel, lui demanda de prendre en charge l’ordre masculin du Carmel. Il fonda l’ordre des Carmes déchaux. Il fut enfermé par les autorités de l’ordre qui refusaient sa réforme.
Noche oscura del alma
En una noche oscura, con ansias en amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada.
A escuras y segura por la secreta escala, disfrazada, ¡oh dichosa ventura! a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa en secreto que nadie me veía, ni yo miraba cosa sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba más cierta que la luz de mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste! ¡Oh noche amable más que el alborada! ¡oh noche que juntaste amado con amada, amada en el amado transformada!
En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba allí quedó dormido y yo le regalaba y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena, cuando ya sus cabellos esparcía, con su mano serena , en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el amado, cesó todo y dejéme dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.
Chant de la nuit obscure de l’âme
Á l’ombre d’une obscure nuit, D’angoisseux amour embrasée, Õ l’heureux sort qui me conduit ! Je sortis sans être avisée, Le calme tenant à propos ma maison en un doux repos.
Á l’obscur, mais hors de danger, Par une échelle fort secrète, Couverte d’un voile étranger, je me dérobai en cachette, (Heureux sort!) quand tant à propos ma maison était en repos.
En secret sous le manteau noir De la nuit, sans être aperçue, Ou que je pusse apercevoir aucun des objets de la vue, N’ayant ni guide, ni lueur, Que la lampe ardente en mon coeur.
Ce flambeau luisant me guidait, Plus sûr que la torche allumée Du plein midi où m’attendait Celui que j’avais en pensée, Là où nul vivant sous les Cieux ne se présentait à mes yeux.
Ô nuit que me conduis à point ! Nuit plus aimable que l’aurore, Nuit heureuse qui as conjoint L’aimée à l’aimé, mais encore celle que l’amour a formée et en son Amant transformée.
Dans mon sein parsemé de fleurs Qu’entier soigneuse je luy garde, Il s’endort et, pour ses faveurs, D’un chaste accueil je le mignarde, Lors que l’éventail ondoyant d’un cèdre le va festoyant.
L’Aurore par ses doux zéphyrs Ayant épars sa chevelure, Mit sa main pleine de saphirs Sur mon col, flattant ma blessure ; Lors sa douceur tint en suspens l’entier usage de mes sens.
Je me tins coi et m’oubliai, Penchant sur mon ami ma face, Tout cessa, je m’abandonnai, Remettant mes soins à sa grâce, comme étant tous ensevelis Dans le beau parterre des lis.
Les Cantiques spirituels de saint Jean de la Croix (Traduction en vers français de R.P. Cyprien. 1641) Rouart, 1941.
Paul Valéry voit dans les poèmes de Jean de la Croix un des chefs-d’œuvre de la littérature universelle (Cantiques spirituels, dans Variété, Bibliothèque de La Pléiade, tome I, 1957, p. 445 à 457). Il présente en ces termes cette traduction : ” Je propose aux amateurs des beautés de notre langage de considérer désormais l’un des plus parfaits poètes de France dans le R.P. Cyprien de la Nativité de la Vierge, carme déchaussé, jusqu’ici à peu près inconnu. ” André de Compans, en religion Cyprien de la Nativité de la Vierge, est né le 26 novembre 1605 à Paris et est mort le 16 décembre 1680 à Paris. C’est un prêtre carme déchaux parisien. Ses traductions concernent entre autres les œuvres fondamentales des réformateurs du Carmel, Jean de la Croix et Thérèse d’Avila.
On ne peut déterminer avec précision la date de composition du poème : peut-être dans la prison de Tolède entre décembre 1577 et août 1578 ; peut-être quelques jours après l’évasion, à Jaén. Il a été commenté oralement et par écrit avant 1582. Le commentaire, fragmentaire, sert de base aux traités de la Montée du mont Carmel et de Nuit obscure de l’âme. (Notices et notes. Anthologie bilingue de la poésie espagnole. NRF, Bibliothèque de la Pléiade. 1995) Selon Jacques Ancet, la Nuit obscure et le Cantique spirituel seraient redevables à la tradition hébraïque (celle notamment du Chant des chants, ou Cantique des cantiques), ainsi qu’à la tradition arabe. Juan de Yepes fut béatifié le 25 janvier 1675, canonisé le 27 décembre 1726. Il a été déclaré docteur de l’Eglise catholique le 24 août 1926.
La librairie Lagun ( compañero en euskera ) de San Sébastien (Donostia, Urdaneta, 3 où elle se trouve depuis 2001 ) va fermer ce week-end définitivement à cause de la baisse de son chiffre d’affaires.
Créée en 1968, pendant 55 ans elle a été un symbole de culture et de liberté. Ses fondateurs Ignacio Latierro, María Teresa Castells (1935-2017) et Ramón Recalde (1930-2016) étaient des démocrates antifranquistes. Elle s’est installée d’abord Plaza de la Constitución, dans la vieille ville, fief des nationalistes. Elle a dû subir dans les années 70 les bombes incendiaires de l’extrême droite (Guerrilleros de Cristo Rey), puis dans les années 90 les menaces et les attaques des nationalistes radicaux qui soutenaient l’ETA (militants de la kale borroka). Ces derniers en vinrent même à saccager la boutique et à brûler des livres au milieu de la place, y compris les manuels d’euskera (11 janvier 1997).
Ignacio Latierro a confirmé la décision de fermeture. La librairie avait été fondée dans le contexte d’effervescence culturelle qui a marqué les dernières années du franquisme. Elle vendait les romans du boom latino-américain, mais aussi les livres de sciences humaines et d’histoire, interdits par la dictature (ainsi ceux de Ruedo Ibérico, la maison d’édition installée à Paris en 1961 par cinq réfugiés espagnols, dont José Martínez Guerricabeitia, principal animateur de la maison. Sa librairie se trouvait rue de Latran n°6. V arrondissement. Elle disparaîtra en 1982.)
Les trois fondateurs étaient des militants engagés et très courageux. Ramón Recalde fut mitraillé par les terroristes de l’ETA le 14 septembre 2000 quand il rentrait chez lui. Cet avocat, militant du FLP, puis du PSOE, emprisonné et torturé pendant la période franquiste survécut, mais garda de graves séquelles après cet attentat. La librairie dut fermer pendant plusieurs mois. Recalde a publié en 2004 Fe de vida, XVII Prix Comillas de biographie.
Les photos prises pendant la guerre civile espagnole par Robert Capa, Gerda Taro ou Agustí Centelles sont aujourd’hui très célèbres. On a découvert plus récemment celles d’ Antoni Campañá (1906-1989). La plus connue est : Barcelone. Milicienne sur une barricade au carrefour des Ramblas et de la Calle Hospital le 25 juillet 1936.
On connaît depuis peu son identité. Il s’agit d’Anita Garbín Alonso, une couturière anarchiste. Elle se trouve sur une barricade devant le drapeau rouge et noir des anarchistes de la CNT-FAI. On voit au fond La Casa de los Paraguas. Cette maison insolite, remodelée parJosep Vilaseca en 1883, est ornée d’ombrelles et d’un dragon. C’ est aujourd’hui une succursale bancaire. Le cliché a été souvent reproduit par les anarchistes sur des affiches, des livres, des fresques. On a même surnommé cette femme, jusque-là anonyme, “ la Madona anarquista ”.
Ce n’est qu’en 2018 que l’on a su qui était l’auteur de la photographie : Antoni Campañà. Son petit-fils, Toni Monné a découvert alors deux caisses rouges qui contenaient des milliers de photos de la guerre (1200 copies et 5000 négatifs) lorsqu’on allait détruire la vieille maison familiale de San Cugat del Vallès. Le photographe les a cachées jusqu’à sa mort en 1989. Pendant la dictature franquiste, Campañá était surtout connu pour ses photos artistiques, ses photos de sport, de fêtes et des clichés qui mettaient en valeur le développement touristique. Pendant la guerre, ce n’était pas un photographe engagé. Il photographiait les réfugiés qui fuyaient la répression franquiste, mais aussi les églises détruites et les religieuses assassinées. Il venait d’une famille bourgeoise, nationaliste et catholique. En 1944, Francisco Lacruz a utilisé certaines de ses photos dans son livre El alzamiento, la revolución y el terror en Barcelona 19 de julio de 1936 – 26 de enero de 1939. A ce moment-là, Campañà a décidé de cacher les autres photos prises pendant la guerre. Et il a été un peu oublié.
Anita Garbín Alonso, elle, est née à Almería, en Andalousie en 1915. Ses parents ont émigré à Barcelone en 1920. Elle a 21 ans en 1936. Elle est divorcée d’un premier mari et a une fille de trois ans, Liberty. A la fin de la Guerre Civile, avec ses cinq frères et soeurs, elle a fui en France et a vécu à Béziers. Comme beaucoup d’exilés, cette couturière n’est jamais retournée en Espagne. Elle est morte en 1977 et est enterrée dans le cimetière de la ville. Anita appartenait à une famille anarchiste, mais elle était aussi catholique. Elle allait régulièrement à l’église, allumait des cierges et priait.
Une sélection des photos de Campañà a été exposée en 2021 au Musée national d’Art de Catalogne (MNAC) de Barcelone (La guerra infinita. Antoni Campañà. La tensión de la mirada. 1906-1989). François Gómez Garbín, neveu d’ Anita, et son épouse, Liliane Hoffman, ont visité l’exposition et ont reconnu leur tante Anita. Ils ont rencontré aussi Toni Monné.
Une autre exposition (Icônes cachées. Les images méconnues de la guerre d’Espagne) vient de commencer à Montpellier ( du 29 juin au 24 septembre 2023 au Pavillon Populaire, Esplanade Charles de Gaulle ). L’ identité de cette icone anarchiste a été révélée par les journaux espagnols ces jours-ci.
Pepito Lumbreras Garbín, fils d’Anita et de José Lumbreras, un communiste espagnol, résistant pendant la Seconde Guerre mondiale, comme ses cousins Alain Gómez Garbín et François Gómez Garbín sont aujourd’hui retraités. Ils ont récupéré la nationalité espagnole grâce à la Loi de Mémoire Historique (Ley de Memoria Histórica) de 2007. Chez les Garbín, on ne parlait jamais de la guerre civile. La mère était anarchiste, le père communiste. Le passé était trop douloureux.
Mardi 27 juin, deux missiles sol-air S-300 ont frappé la ville ukrainienne de Kramatorsk, située dans l’est du pays (150 000 habitants avant la guerre). On dénombre onze morts (dont trois enfants) et une soixantaine de blessés. L’attaque a détruit le restaurant Ria Pizza, un établissement apprécié par les journalistes et les militaires. Les frappes russes ont touché aussi des habitations, des commerces, un bureau de poste et d’autres bâtiments.
[ Le Monde, 28/06/2023
Trois personnalités colombiennes, dont l’écrivain Héctor Abad Faciolince, ont été légèrement blessées dans le bombardement qui a visé mardi soir un restaurant bondé de Kramatorsk, dans l’est de l’Ukraine, ont annoncé les intéressés. « Alors que nous dînions dans le restaurant Ria Pizzeria avec Victoria Amelima, une extraordinaire écrivaine ukrainienne, et la grande journaliste (colombienne) Catalina Gómez, le restaurant a été la cible d’une frappe de missile russe », indique un communiqué signé d’Héctor Abad Faciolince et Sergio Jaramillo. Ecrivain à la renommée internationale, Héctor Abad Faciolince est notamment l’auteur de L’oubli que nous serons, succès littéraire dont un film a été tiré en 2020. Sergio Jaramillo, homme politique colombien, fut l’un des principaux négociateurs de l’accord de paix signé en 2016 avec la guérilla marxiste des FARC. Tous deux, ainsi que la journaliste Catalina Gómez Ángel, ont été « légèrement blessés » dans l’attaque et hospitalisés, selon leur communiqué. ]
Victoria Amelina est dans un état critique. Son roman Un hogar para Dom, publié en 2017, vient de paraître en espagnol chez Avizor Ediciones. Héctor Abad Faciolince et Sergio Jaramillo séjournaient en Ukraine pour exprimer la solidarité de l’Amérique latine.
Héctor Abad Faciolince est un célèbre écrivain et journaliste colombien. Il est né le 1 octobre 1958 à Medellín. Son père, Héctor Abad Gómez, médecin social, professeur d’université et personnalité humaniste de la ville, fut un défenseur des droits de l’homme en Colombie dans les années 1970 et 1980, jusqu’à son assassinat dans la rue Argentina de Medellín le 25 août 1987 par des militaires ou des paramilitaires. Il avait 65 ans.
Principales œuvres :
Tratado de culinaria para mujeres tristes. Première edition Medellín, 1996, Celacanto editores. Reedité par Alfaguara en 1997. (Traité culinaire à l’usage des femmes tristes. Paris, Éditions JC Lattes. Traduction : Claude Bleton.)
Fragmentos de amor furtivo. Editorial Alfaguara, 1998.
Asuntos de un hidalgo disoluto. Première édition Tercer Mundo, 1994. Réédité par Alfaguara en 1999.
Basura. Lengua de Trapo, 2000. Premier Prix Casa de América de Narrativa Americana Innovadora.
El olvido que seremos. Planeta, 2006. (L’oubli que nous serons. Gallimard Du monde entier, 2010. Préface de Mario Vargas Llosa, Traduction Albert Bensoussan). Ce livre raconte la vie et la mort de son père et l’histoire tragique de son pays.
El amanecer de un marido. Seix Barral, 2008.
Traiciones de la memoria, 2009. (Trahisons de la mémoire. Éditions Gallimard, collection Arcades, 2016. Traduction Albert Bensoussan.)
La Oculta, 2014. (La Secrète. Éditions Gallimard Du monde entier, 2016. Traduction Albert Bensoussan).
Salvo micorazón, todo está bien. Alfaguara. 2022.
Le réalisateur espagnol Fernando Trueba a réalisé en 2020 un film L’Oubli que nous serons (El olvido que seremos), d’après le roman éponyme, avec Javier Cámara.
« C’est l’un des paradoxes les plus tristes de ma vie : presque tout ce que j’ai écrit, je l’ai écrit pour quelqu’un qui ne peut pas me lire, et ce livre même n’est rien d’autre que la lettre adressée à une ombre. »
Les deux œuvres qui ont le plus inspiré Héctor Abad Faciolince sont Les Mots de la tribu de Natalia Ginzburg et la Lettre au père de Franz Kafka.
Critique de Nathalie de Courson dans La Cause Littéraire le 11 décembre 2017.
Le 18 juin 2023, le président de la République, Emmanuel Macron, a annoncé l’entrée au Panthéon de Missak Manouchian, le 21 février 2024, 80 ans après son exécution. Il sera accompagné de son épouse Mélinée Manouchian. Missak Manouchian est né en 1906 en Arménie. Il rejoint la France en 1925 après le génocide arménien. Écrivain et poète, il adhère au Parti communiste en 1934. En 1943, il devient le chef des FTP-MOI de la région parisienne. Le 16 novembre 1943, à l’issue d’une filature policière de plusieurs mois, il est arrêté alors qu’il avait rendez-vous avec Joseph Epstein. Interrogé et torturé, il est condamné à mort et fusillé avec ses 21 camarades au Mont-Valérien le 21 février 1944. Olga Bancic, seule femme du groupe condamnée à mort avec eux, est, elle, transférée en Allemagne et guillotinée. A travers leur entrée au Panthéon, c’est l’engagement des étrangers en résistance qui est enfin mis en lumière. (Hauts lieux de la mémoire en Île-de-France.)
Hommage à Joseph Epstein, chef des FTPF de l’Île-de-France, fusillé le le 11 avril 1944 au Mont-Valérien et à Celestino Alfonso, communiste, volontaire en Espagne républicaine, résistant FTP-MOI.
Dernière lettre écrite de Missak Manouchian à sa femme Mélinée le 21 février 1944 à la prison de Fresnes, quelques heures avant qu’il soit fusillé au fort du Mont Valérien.
21 février 1944
Ma Chère Mélinée, ma petite orpheline bien-aimée,
Dans quelques heures, je ne serai plus de ce monde. Nous allons être fusillés cet après-midi à 15 heures. Cela m’arrive comme un accident dans ma vie, je n’y crois pas mais pourtant je sais que je ne te verrai plus jamais.
Que puis-je t’écrire ? Tout est confus en moi et bien clair en même temps.
Je m’étais engagé dans l’Armée de la Libération en soldat volontaire et je meurs à deux doigts de la Victoire et du but. Bonheur à ceux qui vont nous survivre et goûter la douceur de la Liberté et de la Paix de demain. Je suis sûr que le peuple français et tous les combattants de la Liberté sauront honorer notre mémoire dignement. Au moment de mourir, je proclame que je n’ai aucune haine contre le peuple allemand et contre qui que ce soit, chacun aura ce qu’il méritera comme châtiment et comme récompense. Le peuple allemand et tous les autres peuples vivront en paix et en fraternité après la guerre qui ne durera plus longtemps. Bonheur à tous… J’ai un regret profond de ne t’avoir pas rendue heureuse, j’aurais bien voulu avoir un enfant de toi, comme tu le voulais toujours. Je te prie donc de te marier après la guerre, sans faute, et d’avoir un enfant pour mon bonheur, et pour accomplir ma dernière volonté, marie-toi avec quelqu’un qui puisse te rendre heureuse. Tous mes biens et toutes mes affaires je les lègue à toi à ta sœur et à mes neveux. Après la guerre tu pourras faire valoir ton droit de pension de guerre en tant que ma femme, car je meurs en soldat régulier de l’armée française de la libération.
Avec l’aide des amis qui voudront bien m’honorer, tu feras éditer mes poèmes et mes écrits qui valent d’être lus. Tu apporteras mes souvenirs si possible à mes parents en Arménie. Je mourrai avec mes 23 camarades tout à l’heure avec le courage et la sérénité d’un homme qui a la conscience bien tranquille, car personnellement, je n’ai fait de mal à personne et si je l’ai fait, je l’ai fait sans haine.
Aujourd’hui, il y a du soleil. C’est en regardant le soleil et la belle nature que j’ai tant aimée que je dirai adieu à la vie et à vous tous, ma bien chère femme et mes bien chers amis. Je pardonne à tous ceux qui m’ont fait du mal ou qui ont voulu me faire du mal sauf à celui qui nous a trahis pour racheter sa peau et ceux qui nous ont vendus. Je t’embrasse bien fort ainsi que ta sœur et tous les amis qui me connaissent de loin ou de près, je vous serre tous sur mon cœur. Adieu.
Ton ami, ton camarade, ton mari.
Manouchian Michel
P.S. J’ai quinze mille francs dans la valise de la rue de Plaisance. Si tu peux les prendre, rends mes dettes et donne le reste à Armène.
Cette lettre n’a été envoyée à la famille que le 28 novembre 1944.
Louis Aragon, Strophes pour se souvenir, 1955 (chanson de Léo Ferré, 1959). J’ai toujours aimé la version chantée par Marc Ogeret…