La Casa
Desde siempre tuviste el deseo de la casa, tu casa, envolviéndote para el ocio y la tarea en una atmósfera amiga. Mas primero no supiste (porque eso lo aprenderías luego, a fuerza de vivir entre extraños) que tras de tu deseo, mezclado con él, estaba otro: el de un refugio con la amistad de las cosas. Afuera aguardaría lo demás, pero adentro estarías tú y lo tuyo.
Un día, cuando ya habías comenzado a rodar por el mundo, soñando tu casa, pero sin ella, un acontecer inesperado te deparó al fin la ocasión de tenerla. Y la fuiste levantando en torno de ti, sencilla, clara, propicia: la mesa, el diván, los libros, la lámpara – atmósfera que llenaban con su olor algunas flores de temporada.
Pero era demasiado ligera, y tu vida demasiado azarosa, para durar mucho. Un día, otro día, desapareció tan inesperada como vino. Y seguiste rodando por tantas tierras, alguna que ni hubieras querido conocer. Cuántos proyectos de casa has tenido después, casi realizados en otra ocasión para de nuevo perderlos más tarde.
Sólo cuatro paredes, espacio reducido como la cabina de un barco, pero tuyo y con lo tuyo, aun a sabiendas de que su abrigo pudiera resultar transitorio; ligera, silenciosa, sola, sin la presencia y el ruido ofensivos de esos extraños con los que tantas veces ha sido tu castigo compartir la vivienda y la vida; alta, con sus ventanas abiertas al cielo y a las nubes, sobre las copas de unos árboles.
Pero es un sueño al que ya por imposible renuncias, aunque sea realidad de todos a la que no puedes aspirar. Resistir es demasiado pobre y cambiante – te dices, escribiendo estas líneas de pie, porque ni una mesa tienes; tus libros (los que has salvado) por cualquier rincón, igual que tus papeles. Después de todo, el tiempo que te queda es poco, y quien sabe si no vale más vivir así, desnudo de toda posesión, dispuesto siempre para la partida.
[1963]
Ocnos, 1942-1949 -1963.
Le poète andalou a intitulé Ocnos un recueil de 31 poèmes en prose, publié en 1942 à Londres. Il y recrée avec mélancolie et désespoir ses souvenirs d’enfance et d’adolescence de Séville depuis son exil à Glasgow (Écosse). Le livre aura deux autres éditions en 1949 (46 poèmes), à Madrid, et en 1963 à Xalapa (Mexique) (63 poèmes). Il y ajoute chaque fois de nouvelles expériences de son exil. Luis Cernuda est mort à México le 5 novembre 1963 quelques jours avant de recevoir les premiers exemplaires de l’édition définitive dont il avait corrigé les épreuves.
Dans la mythologie grecque, Ocnos est une figure symbolique de l’effort inutile. Dans l’au-delà, c’est un honnête travailleur, marié à une femme extravagante qui dépense tout ce qu’il gagne. Il tresse sans fin une corde qu’une ânesse à ses côtés ronge sans arrêt.
Il existe une traduction en français de Jacques Ancet. Elle a été publiée par Les Cahiers des Brisants en 1987. Je ne l’ai jamais vue.
«Luis Cernuda nous laisse l’image d’un poète solitaire, blessé, mais libre, errant par un monde dont il rejette en bloc toutes les valeurs au nom d’une vérité «qui ne s’appelle pas gloire, fortune ou ambition, mais amour ou désir». Son œuvre, subversive et exemplaire, biographie spirituelle où s’affirme son irréductible différence nous renvoie à notre propre condition. Luis Cernuda ne parle pas pour tous, mais pour chacun de nous.» (Jacques Ancet).