Lundi 9 mars 2020, José Jiménez Lozano est décédé à Valladolid des suites d’une crise cardiaque à l’âge de 89 ans. Il était né à Langa (Ávila) le 13 mai 1930. Il était l’auteur d’une centaine d’écrits (romans, essais, nouvelles et recueils de poèmes) et avait mené une importante carrière de journaliste (particulièrement au journal El Norte de Castilla de 1958 à 1995). Il avait obtenu le Prix Cervantes, le Nobel des Lettres Hispaniques, en 2002.
José Jiménez Lozano y Gurutze Galparsoro Una estación holandesa Conversación. Anthropos. 2003.
” Y por lo que respecta a los pequeños y grandes fenómenos de la naturaleza, le diré esto. Las leyes físicas que rigen la erupción de un volcán son las mismas que hacen que un puchero de leche puesto al fuego se rebose. El volcán nos impresiona o aterroriza, llegado el caso, pero la leche que rebosa y hace un río nos hace soñar con el Edén y la Tierra Prometida, nos cuenta una historia de hombre en todo caso.
Como nos la cuenta una simple taza de café. En sí mismo ya es una bebida admirable, y su aroma es como el resumen del mundo, pero el café-estancia, el Café con mayúsculas, es un locus de civilidad y libertad. No tiene usted más que pensar sinoque, cuando los nazis se apoderaron de Viena y los comunistas de Praga, lo primero que hicieron fue acabar con los cafés tradicionales. Un café encarna el espíritu de lo mejor de Europa: la conversación, la lectura de periódicos y libros, la escritura de una carta o de un poema o de una novela, la crica política, la discusión, el no hacer nada porque a uno no le da la real gana, los rostros y las manos de las gentes, los aromas maravillosos mismo del propio café, y a veces del chocolate, la vainilla, las pastas y pasteles, el tabaco y luego el ruido de la cafetera, los platos y las tazas, las cucharillas y los vidios. No hay lugares parecidos ni por asomo. Cuando se sale al fin de ellos, se tiene la sensación de como si se hubiera arreglado un poco el mundo, y como si se hubiera encontrado cómplices para hacerlo.”
Le grain de maïs rouge (1999), Les sandales d’argent (1999) et Le monde est une fable (2000) ont été traduits par Claude Bleton chez Flammarion.
“Para ser escritor hay que guardar mucho silencio” (La boda de Ángela, 1993)
“Escribir no es más que hablar ponderadamente, pensando”
“Narrar es no decir más que lo que se sabe, sin adornarlo ni inventar”
“Estoy contento de la esencialidad que creo que hay en mis cuentos: la fidelidad absoluta a lo que sabía, la desnudez de toda literatura y barroquismo. La pura verdad”.
Il a reçu en 2017 du Pape François la croix Pro Ecclesia et Pontifice, la plus haute distinction que le Pape concède à un laïc. Il fut un des artisans de la série d’expositions Las edades del hombre. Quand il a reçu cette médaille, il a cité François Mauriac: “No hay novelistas católicos, si lo sabré yo que soy uno de ellos”.
(Je remercie le poète et traducteur espagnol Jorge Riechmann qui m’a rappelé le texte de José Jiménez Lozano cité en premier).